Un año de dolor, Las Malvinas exige justicia por los cuatro menores asesinados

  • Empezar tema Empezar tema Paola Gavilanes
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
P

Paola Gavilanes

Guest
En la avenida 25 de Julio, sur de Guayaquil, se instaló un altar simbólico en memoria de ‘Los 4 de Las Malvinas‘: Ismael y Josué Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina.

A las 18:00, con velas, flores y fotos de los menores, familiares, amigos, vecinos y miembros de grupos sociales los recordaron y exigieron de nuevo que se haga justicia por la desaparición forzada y posterior asesinato de los jóvenes.

Más noticias:​


Con este acto culminó la marcha que se realizó la tarde del lunes 8 de diciembre, al conmemorarse un año de la detención de los muchachos por parte de militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.

Entre lágrimas, indignación e impotencia, la comunidad de Las Malvinas se unió para homenajear a los menores. En el acto participaron docenas de personas, todas llevando carteles, letreros con las fotos de ‘Los 4 de Las Malvinas’, cantando y lanzando arengas.

“No eran terroristas, eran futbolistas”, gritaba la multitud, mientras avanzaba desde la casa comunal del barrio y recorría las estrechas calles bajo un intenso sol, acompañada por la música de tambores.

Lee más: Organizaciones sociales exigen justicia, a un año del caso de los cuatro niños de Las Malvinas

Recordando a ‘Los 4 de Las Malvinas’​


Se hicieron paradas en las casas de cada uno de los fallecidos. En ellas, los vecinos recordaban a los muchachos: cómo eran, lo que hacían, cuáles eran sus sueños y aspiraciones.

Ismael y Josué, de 15 y 14 años, querían comprarle una casa a su mamá. Ismael era federado del equipo Richard Borja y soñaba con jugar fútbol en Brasil. Imitaba la alegría de Neymar y había ganado cuatro medallas desde pequeño.

Josué era más sereno, responsable y sensible. “Ellos tenían un lazo especial, una hermandad que se tejía en metas compartidas y silencios cómplices”, recordó una vecina frente a la casa de los hermanos.

Sobre Steven, de 11 años, recordaron que caminaba por el barrio “como si cada rincón fuera un escenario para volar, correr e imaginar”.

Amaba a Spiderman, los autos y el fútbol. Le gustaba vestirse bonito y perfumarse, “como si cada día fuera una celebración”. En la escuela siempre quería hacer la oración del almuerzo.

Steven soñaba con comprarle una casa a su mamá y después un Ferrari para él. “Steven nos recuerda que los sueños grandes también caben en los cuerpos pequeños”, indicó una allegada a la familia.

Finalmente, en la casa de Nehemías, de 15 años, recordaron que el adolescente vivía cantando. “Cantaba en todas partes. Su voz hacía que los días pesaran menos”.

Soñaba con pequeños negocios para ayudar a su mamá y su hermana. Participó en coros, actividades artísticas y hasta en un video musical. Estos recuerdos hicieron que su madre, Johanna Arboleda, rompiera en llanto mientras la multitud gritaba: “¡Verdad, justicia y reparación!”.

Te puede interesar:Que paguen por lo que hicieron’, dicen padres de los 4 de Las Malvinas, a un año del crimen

Cancha fue nombrada en su honor​


Luego de este recorrido, la marcha llegó hasta el parque de la Coviem, donde los chicos llegaban cada domingo a jugar fútbol con sus amigos. Desde esta cancha salieron aquel fatídico domingo 8 de diciembre de 2024 para dirigirse a sus casas, sin saber el trágico destino que les esperaba.

Aquí el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, confirmó que la nueva denominación del Parque Coviem es Parque ‘Los Cuatro Niños de Las Malvinas’. Y develó una placa en memoria de los cuatro chicos, la cual señala: “Este espacio honra su vida, condena toda forma de violencia contra la niñez y reafirma el compromiso de Guayaquil con la verdad, la justicia y la no repetición”.

El burgomaestre entregó a los familiares el pabellón de la ciudad con un lazo negro, además de los acuerdos municipales que oficializan el cambio de nombre de este espacio de 53 664 m².

Álvarez también señaló que, aunque “no nos competa en lo legal, yo sí le quiero pedir a las familias perdón en nombre del Ecuador”.

“Me arrancaron el alma y la vida”​


En el acto, Kathy Bustos, madre de Ismael y Josué, agradeció a los presentes por acompañarla en esta lucha. “No solo me arrancaron una parte de mí, me arrancaron el alma y la vida. A la hora del almuerzo y la merienda hay dos espacios vacíos en la mesa, que solo los lleno con su espíritu, porque sus cuerpos ya no están aquí”.

Johanna Arboleda, madre de Nehemías, solo pidió que se haga justicia. “Queremos saber la verdad, por qué le hicieron eso a nuestros hijos. Ha sido un año muy duro para nosotros. Ustedes me dan fuerza para seguir, pues a veces yo no puedo”, expresó con la voz quebrada por el llanto.

Ronny Medina, padre de Steven, recordó que muchos los discriminaron y hablaron mal de sus hijos, “pero el único que juzga es Dios. Todo lo dejo en sus manos y sé que Él hará justicia”. Aseguró que, aunque viven en un barrio bajo, “hay muchas personas que tenemos futuro, somos buenos”.

El altar​


Luego de este acto, finalmente la marcha llegó hasta la avenida 25 de Julio, hasta el sitio donde se produjo la detención de los cuatro menores hace un año. Aquí se hicieron cánticos y se ubicó el altar.

Elementos de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) cerraron el carril de servicio en sentido norte-sur, lo cual generó una gran congestión. Con esto finalizó la marcha, en la que se lanzó un mensaje claro: las familias y la comunidad entera exigen justicia por la desaparición y muerte de Los 4 de Las Malvinas.


Sigue leyendo...
 
Atras
Superior