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Giovanna Alvear
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La vicepresidenta de Ecuador, María José Pinto, presentó este jueves la Política Nacional de Salud Mental 2025-2030. La funcionaria afirmó que esta estrategia convierte la salud mental en una prioridad del Estado y en un compromiso nacional para asegurar que “nadie se quede solo”.
Pinto aseguró que el país dejó atrás la etapa en la que la salud mental quedaba relegada. Durante un acto en Quito, resaltó que el Gobierno asumió el reto de impulsar un enfoque que llegue a todo el territorio y responda a las realidades de cada comunidad.
En la Casa de la Música, donde se realizó la presentación, la vicepresidenta explicó que la política busca fortalecer el bienestar emocional. También apuntó que la estrategia prioriza la prevención y la atención integral, y que se apoya en la escucha a las comunidades. Según ella, este proceso permitió diseñar un modelo cercano y con pertinencia cultural, capaz de ofrecer acompañamiento en cada rincón del país.
La representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Inka Mattila, acompañó el acto. Ella remarcó que invertir en salud mental “no es un gasto, sino una inversión en dignidad, bienestar y resiliencia”.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) también respaldó la construcción de esta política. El organismo destacó la importancia de un marco normativo sólido y de servicios basados en la comunidad, centrados en las personas y en el respeto a los derechos humanos.
El país cuenta con la Ley Orgánica de Salud Mental (LOSM), aprobada por unanimidad en la Asamblea Nacional en diciembre de 2023 y promulgada en enero de 2024. Pinto dirige este ámbito desde que el presidente Daniel Noboa le asignó esa competencia tras su investidura del 24 de mayo, junto con las áreas de educación intercultural bilingüe y embarazo adolescente.
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Pinto aseguró que el país dejó atrás la etapa en la que la salud mental quedaba relegada. Durante un acto en Quito, resaltó que el Gobierno asumió el reto de impulsar un enfoque que llegue a todo el territorio y responda a las realidades de cada comunidad.
Una política que nace del territorio
En la Casa de la Música, donde se realizó la presentación, la vicepresidenta explicó que la política busca fortalecer el bienestar emocional. También apuntó que la estrategia prioriza la prevención y la atención integral, y que se apoya en la escucha a las comunidades. Según ella, este proceso permitió diseñar un modelo cercano y con pertinencia cultural, capaz de ofrecer acompañamiento en cada rincón del país.
La representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Inka Mattila, acompañó el acto. Ella remarcó que invertir en salud mental “no es un gasto, sino una inversión en dignidad, bienestar y resiliencia”.
Acompañamiento internacional y marco legal
La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) también respaldó la construcción de esta política. El organismo destacó la importancia de un marco normativo sólido y de servicios basados en la comunidad, centrados en las personas y en el respeto a los derechos humanos.
El país cuenta con la Ley Orgánica de Salud Mental (LOSM), aprobada por unanimidad en la Asamblea Nacional en diciembre de 2023 y promulgada en enero de 2024. Pinto dirige este ámbito desde que el presidente Daniel Noboa le asignó esa competencia tras su investidura del 24 de mayo, junto con las áreas de educación intercultural bilingüe y embarazo adolescente.
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