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Mauricio Diaz
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La Inteligencia Artificial (IA) es una disciplina que engloba un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos.
En la arquitectura, implica emplear inteligencia computacional para tomar decisiones más acertadas en el diseño arquitectónico y en la automatización de tareas complejas, con el fin de encontrar soluciones innovadoras. Muchas de estas soluciones buscan crear espacios sostenibles, funcionales y adaptados a las necesidades reales de la ciudad.
Para ello se han desarrollado sistemas y programas capaces de realizar actividades que tradicionalmente requerían la intervención directa de la inteligencia humana. Estas herramientas imitan las capacidades cognitivas del ser humano para resolver problemas, tomar decisiones y establecer relaciones con el entorno. En esencia, la IA procura que las computadoras ejecuten funciones asociadas a la inteligencia humana.
La Inteligencia Artificial, en suma, es una tecnología diseñada para replicar ciertos procesos de la inteligencia humana en máquinas, con el objetivo de automatizar tareas, optimizar decisiones y transformar nuestra manera de interactuar con el mundo.
Hoy, la arquitectura se ve acompañada por la IA, que participa en la creación de propuestas estéticas sin descuidar los criterios ecológicos.
Se debe recordar que existen ciudades bellas y singulares, concebidas con una sensibilidad extraordinaria; sin embargo, no todas ellas surgieron a partir de un diálogo armónico entre naturaleza y edificación. En la actualidad, el diseño urbano-arquitectónico recurre a la IA especialmente cuando la complejidad de las urbes exige soluciones particulares para atender sus necesidades y aspiraciones. Como señala Koolhaas, la interrelación entre las disciplinas urbanas y el diseño arquitectónico debe ser interactiva, pues las grandes infraestructuras son las que delinean la ciudad. No obstante, es evidente que en muchas de ellas la cultura arquitectónica está ausente.
Aun así, la Inteligencia Artificial ha demostrado ser una tecnología profundamente disruptiva en múltiples ámbitos de la vida contemporánea, incluida la arquitectura. Hoy, la IA colabora en la concepción de propuestas estéticas y funcionales, pero, sobre todo, participa en la creación de espacios.
A medida que las tecnologías de aprendizaje automático continúan evolucionando, la Inteligencia Artificial está transformando la arquitectura y modificando no solo la forma en que sus profesionales diseñan y construyen edificaciones, sino también la eficiencia de los procesos y la reducción de costos.
Sin embargo, no debe olvidarse que a lo largo de la historia se han construido ciudades nacidas de una sensibilidad desbordante, casi utópica, como Venecia o Samarcanda. Hoy, las grandes metrópolis no requieren de la IA para ser imaginadas, sino para proyectarse hacia el futuro.
La Paz es una ciudad que debe acercarse al uso de la IA para guiar las intervenciones arquitectónicas. Para ese fin, será fundamental detectar la necesidad de crear puntos estratégicos urbanos donde la arquitectura contribuya a realzar, cualificar y generar espacios o áreas verdes. Estas intervenciones deben surgir de la identificación de lugares aptos para ser transformados en sectores verdes o en espacios amables para la ciudadanía.
En definitiva, la Inteligencia Artificial se ha convertido en parte del quehacer arquitectónico, pues ha demostrado ser una tecnología disruptiva capaz de intervenir y transformar espacios de manera determinante. Su importancia en ciudades como La Paz es vital, especialmente en aquellas zonas donde la arquitectura puede abrir espacios verdes y humanos destinados al esparcimiento y bienestar de la población.
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En la arquitectura, implica emplear inteligencia computacional para tomar decisiones más acertadas en el diseño arquitectónico y en la automatización de tareas complejas, con el fin de encontrar soluciones innovadoras. Muchas de estas soluciones buscan crear espacios sostenibles, funcionales y adaptados a las necesidades reales de la ciudad.
Para ello se han desarrollado sistemas y programas capaces de realizar actividades que tradicionalmente requerían la intervención directa de la inteligencia humana. Estas herramientas imitan las capacidades cognitivas del ser humano para resolver problemas, tomar decisiones y establecer relaciones con el entorno. En esencia, la IA procura que las computadoras ejecuten funciones asociadas a la inteligencia humana.
La Inteligencia Artificial, en suma, es una tecnología diseñada para replicar ciertos procesos de la inteligencia humana en máquinas, con el objetivo de automatizar tareas, optimizar decisiones y transformar nuestra manera de interactuar con el mundo.
Hoy, la arquitectura se ve acompañada por la IA, que participa en la creación de propuestas estéticas sin descuidar los criterios ecológicos.
Se debe recordar que existen ciudades bellas y singulares, concebidas con una sensibilidad extraordinaria; sin embargo, no todas ellas surgieron a partir de un diálogo armónico entre naturaleza y edificación. En la actualidad, el diseño urbano-arquitectónico recurre a la IA especialmente cuando la complejidad de las urbes exige soluciones particulares para atender sus necesidades y aspiraciones. Como señala Koolhaas, la interrelación entre las disciplinas urbanas y el diseño arquitectónico debe ser interactiva, pues las grandes infraestructuras son las que delinean la ciudad. No obstante, es evidente que en muchas de ellas la cultura arquitectónica está ausente.
Aun así, la Inteligencia Artificial ha demostrado ser una tecnología profundamente disruptiva en múltiples ámbitos de la vida contemporánea, incluida la arquitectura. Hoy, la IA colabora en la concepción de propuestas estéticas y funcionales, pero, sobre todo, participa en la creación de espacios.
A medida que las tecnologías de aprendizaje automático continúan evolucionando, la Inteligencia Artificial está transformando la arquitectura y modificando no solo la forma en que sus profesionales diseñan y construyen edificaciones, sino también la eficiencia de los procesos y la reducción de costos.
Sin embargo, no debe olvidarse que a lo largo de la historia se han construido ciudades nacidas de una sensibilidad desbordante, casi utópica, como Venecia o Samarcanda. Hoy, las grandes metrópolis no requieren de la IA para ser imaginadas, sino para proyectarse hacia el futuro.
La Paz es una ciudad que debe acercarse al uso de la IA para guiar las intervenciones arquitectónicas. Para ese fin, será fundamental detectar la necesidad de crear puntos estratégicos urbanos donde la arquitectura contribuya a realzar, cualificar y generar espacios o áreas verdes. Estas intervenciones deben surgir de la identificación de lugares aptos para ser transformados en sectores verdes o en espacios amables para la ciudadanía.
En definitiva, la Inteligencia Artificial se ha convertido en parte del quehacer arquitectónico, pues ha demostrado ser una tecnología disruptiva capaz de intervenir y transformar espacios de manera determinante. Su importancia en ciudades como La Paz es vital, especialmente en aquellas zonas donde la arquitectura puede abrir espacios verdes y humanos destinados al esparcimiento y bienestar de la población.
Patricia Vargas es arquitecta
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