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Mauricio Diaz
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El excomandante general del Ejército Juan José Zúñiga difundió una carta desde el penal de El Abra para pronunciarse sobre la aprehensión del expresidente Luis Arce Catacora.
Afirmó que el exmandatario, quien lo acusó de intentar un golpe de Estado en junio de 2024, ahora enfrenta “el frío de las rejas” y las consecuencias de sus decisiones políticas.
Zúñiga sostuvo que Arce actuó “cegado por el poder” y ordenó la detención de militares sin respetar el debido proceso. Aseguró que la caída del exmandatario representa el fin de un “verdugo” que, según su versión, utilizó el aparato estatal para perseguir a los uniformados.
“El mismo que nos quitó la libertad, que ordenó perseguir a militares soldados de la patria, que sembró miedo entre el pueblo y que entregó los recursos de la nación, el que se creía dueño de Bolivia, hoy conoce el frío de las rejas, el silencio del encierro y el peso de la justicia”, afirmó.
El exgeneral señaló que Arce detenido “empieza a sentir una mínima parte del sufrimiento que él mismo sembró en la patria”.
En su carta incluyó un mensaje directo al exmandatario. “Bienvenido a las cárceles del pueblo, señor Luis Arce Catacora. Aquí, donde no existe poder que lo proteja. Aquí, donde no hay discurso que lo salve. Aquí, donde uno se enfrenta consigo mismo, sin escoltas, sin poder, sin privilegios. Aquí, donde la noche no cubre culpas y el amanecer obliga a mirar la verdad de frente. Y es aquí, señor Arce Catacora, donde empiezan las cuentas que la vida inevitablemente cobra”, escribió.
Zúñiga pidió además que otros excolaboradores de Arce respondan ante la justicia. Mencionó a los exministros Eduardo del Castillo (Gobierno), María Nela Prada (Presidencia), Edmundo Novillo (Defensa), el viceministro Jhonny Aguilera (Régimen Interior y Policía) y el expresidente de YPFB Armin Dorgathen, así como a los asesores Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez.
Sostuvo que todos ellos participaron en decisiones que afectaron a militares y a la estabilidad institucional del país.
Aclaró que su posición no nace de un conflicto personal, sino del “compromiso con la patria”.
Afirmó que defiende a las familias que, según él, lloraron por soldados encarcelados injustamente durante la gestión de Arce. Recordó que mantuvo cercanía con el expresidente y que incluso compartían actividades deportivas, aunque posteriormente se lo acusó de liderar la asonada militar del 26 de junio de 2024.
Zúñiga reiteró que los hechos de ese día fueron “una trampa” creada por Arce y su entorno para provocar un enfrentamiento entre la Policía y las Fuerzas Armadas.
La “trampa” a la que se refiere el excomandante se remonta a la acción que lideró junto a militares fuertemente armados con apoyo de tanquetas y vehículos blindados.
La intención de los efectivos era tomar el Palacio Quemado, donde estaba el entonces presidente Arce y sus ministros. Al ingresar al edificio histórico, el exmandatario frenó su avance en la puerta. Le ordenó retirar el personal y los vehículos del Kilómetro Cero, pero el militar se insubordinó.
De inmediato, Arce cambió el Alto Mando Militar, cuya primera orden fue replegar el personal y la logística. La noche de ese 26 de junio, Zúñiga quedó aprehendido.
Días después, fue trasladado desde el penal de Chonchocoro hasta la cárcel de El Abra, en Cochabamba.
The post Zúñiga a Arce: El verdugo ahora conoce el ‘frío de las rejas’ appeared first on La Razón.
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Afirmó que el exmandatario, quien lo acusó de intentar un golpe de Estado en junio de 2024, ahora enfrenta “el frío de las rejas” y las consecuencias de sus decisiones políticas.
Zúñiga sostuvo que Arce actuó “cegado por el poder” y ordenó la detención de militares sin respetar el debido proceso. Aseguró que la caída del exmandatario representa el fin de un “verdugo” que, según su versión, utilizó el aparato estatal para perseguir a los uniformados.
Juan José Zúñiga
“El mismo que nos quitó la libertad, que ordenó perseguir a militares soldados de la patria, que sembró miedo entre el pueblo y que entregó los recursos de la nación, el que se creía dueño de Bolivia, hoy conoce el frío de las rejas, el silencio del encierro y el peso de la justicia”, afirmó.
El exgeneral señaló que Arce detenido “empieza a sentir una mínima parte del sufrimiento que él mismo sembró en la patria”.
En su carta incluyó un mensaje directo al exmandatario. “Bienvenido a las cárceles del pueblo, señor Luis Arce Catacora. Aquí, donde no existe poder que lo proteja. Aquí, donde no hay discurso que lo salve. Aquí, donde uno se enfrenta consigo mismo, sin escoltas, sin poder, sin privilegios. Aquí, donde la noche no cubre culpas y el amanecer obliga a mirar la verdad de frente. Y es aquí, señor Arce Catacora, donde empiezan las cuentas que la vida inevitablemente cobra”, escribió.
Luis Arce
Zúñiga pidió además que otros excolaboradores de Arce respondan ante la justicia. Mencionó a los exministros Eduardo del Castillo (Gobierno), María Nela Prada (Presidencia), Edmundo Novillo (Defensa), el viceministro Jhonny Aguilera (Régimen Interior y Policía) y el expresidente de YPFB Armin Dorgathen, así como a los asesores Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez.
Sostuvo que todos ellos participaron en decisiones que afectaron a militares y a la estabilidad institucional del país.
Aclaró que su posición no nace de un conflicto personal, sino del “compromiso con la patria”.
Afirmó que defiende a las familias que, según él, lloraron por soldados encarcelados injustamente durante la gestión de Arce. Recordó que mantuvo cercanía con el expresidente y que incluso compartían actividades deportivas, aunque posteriormente se lo acusó de liderar la asonada militar del 26 de junio de 2024.
Aprehensión
Zúñiga reiteró que los hechos de ese día fueron “una trampa” creada por Arce y su entorno para provocar un enfrentamiento entre la Policía y las Fuerzas Armadas.
La “trampa” a la que se refiere el excomandante se remonta a la acción que lideró junto a militares fuertemente armados con apoyo de tanquetas y vehículos blindados.
La intención de los efectivos era tomar el Palacio Quemado, donde estaba el entonces presidente Arce y sus ministros. Al ingresar al edificio histórico, el exmandatario frenó su avance en la puerta. Le ordenó retirar el personal y los vehículos del Kilómetro Cero, pero el militar se insubordinó.
De inmediato, Arce cambió el Alto Mando Militar, cuya primera orden fue replegar el personal y la logística. La noche de ese 26 de junio, Zúñiga quedó aprehendido.
Días después, fue trasladado desde el penal de Chonchocoro hasta la cárcel de El Abra, en Cochabamba.
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