Tres veteranos periodistas enfrentan los desafíos del presente

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Gustavo Gorriti

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Columbia, estado de Missouri.– La facultad de periodismo de la universidad de Missouri se presenta con orgullo como la más antigua del mundo. Y es, además, una de las mejores.

En su bello campus en la ciudad de Columbia, Missouri, tres veteranos periodistas discutieron ayer sobre los grandes desafíos que enfrenta hoy el periodismo, en una era de repliegue global de las democracias y de intensificación masiva de la mentira organizada a través de la desinformación.

Yo fui uno de los tres integrantes del panel, como Knight Fellow para la libertad de prensa. Los otros dos participantes tienen trayectorias ilustres en el periodismo mundial.

María Ressa, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2021, fundadora y directora del medio digital Rappler, en Filipinas, convocó el reconocimiento y la admiración del mundo a través de su resistencia a las amenazas y ataques del sanguinario expresidente filipino, Rodrigo Duterte. La de Duterte fue una ofensiva sostenida de obscenas amenazas, de avalanchas de difamaciones, de acciones leguleyas para llevarla a prisión, acompañadas del tipo de calumnioso descrédito que suele preceder a atentados letales.


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María Ressa. (Foto: Nate Brown | University of Missouri)


Frente a ello, Ressa, cuya breve estatura encierra un dinamo de energía, y sus colegas de Rappler resistieron con un periodismo de investigación contundente, que generó una poderosa corriente de solidaridad internacional. Fue una confrontación larga, dura y difícil, con desenlaces de poética justicia: Ressa recibiendo el Premio Nobel y, un tiempo después, Duterte extraditado y encarcelado en La Haya para ser juzgado por crímenes contra la humanidad.

A lo largo de varias décadas, Jorge Ramos fue no solo el reconocido y respetado rostro de Univisión, sino el periodista que llevó a cabo reportajes y entrevistas con todo tipo de líderes y personajes poderosos, a quienes hizo las preguntas de fondo, incómodas para el interlocutor, celebradas por su audiencia, que permitieron conocer y entender mucho mejor las realidades del continente.

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Jorge Ramos. (Foto: Nate Brown | University of Missouri)


Uno de los momentos estelares de su carrera ocurrió en Dubuque, Iowa, en 2015, en una conferencia de prensa de Donald Trump. Ramos preguntó a Trump cómo iba a deportar a millones de inmigrantes; y por qué intentaba negar la ciudadanía a los hijos de esos inmigrantes, nacidos en Estados Unidos. Trump le ordenó sentarse, que nadie lo había llamado. Ramos, sin sentarse, contestó que tenía el derecho de hacer la pregunta. “No lo tienes”, repuso Trump, “nadie te llamó. Vete de regreso a Univisión”. Ramos no se movió. La escolta de Trump lo sacó de la sala y, al hacerlo, lo ingresó a la historia del mejor periodismo.

La moderadora del evento, ante un auditorio repleto, fue Kathy Kiely, catedrática Knight de periodismo en Missouri al cabo de una destacada carrera que, a través de diversos medios y ciudades (sobre todo Washington), la convirtió en una de las más prestigiosas defensoras del periodismo y la libertad de prensa en Estados Unidos.

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Kathy Kiely. (Foto: Nate Brown | University of Missouri)


Fue apenas una hora en la que los tres participantes intentamos describir y responder cómo podía el periodismo, y la sociedad, reconocer y resistir los ataques a la libertad de expresión y a la democracia, sobre todo los ataques perpetrados a través de la desinformación.

Los tres periodistas coincidimos en que combatir la desinformación era y es, sobre todo ahora, una de las misiones fundamentales del periodismo.

¿Cómo? Con el reportaje a fondo de la verdad de los hechos. Para Jorge Ramos, la descripción precisa de lo relevante en la realidad lleva con frecuencia a reportar en profundidad los casos de corrupción y atropello de los derechos humanos. Con ello, ineludiblemente se enfrentará a diversas formas de poder.

María Ressa logró una larga experiencia en sus azarosas investigaciones sobre las atrocidades contra los derechos humanos, los asesinatos perpetrados por el régimen de Duterte. Uno de los aspectos que buscó desarrollar desde entonces, y que permanece como una de sus misiones centrales, es la de crear, mantener y acrecentar una vibrante comunidad con el público.

Por eso y por la naturaleza digital de Rappler, ella y su medio fueron usuarios intensos y apasionados de la tecnología y de las redes sociales desde su fundación.

Pero esa experiencia la llevó a un desengaño significativo. Buena parte de las redes sociales, presentadas como un mecanismo de fortalecimiento democrático y de libertad individual, terminaron siendo lo opuesto.

En esa parte, Ressa mostró su teléfono celular. ¿Ustedes creen que son los dueños de esto? preguntó a la audiencia, que miró con un inicio de preocupación sus propios celulares. Pues no, añadió, todos somos objeto de una manipulación digital en el nivel más básico de una democracia. Somos víctimas de una vigilancia “increíblemente manipuladora” efectuada por “sistemas de distribución con fines de lucro”.

La respuesta, dijo, no es renunciar a la tecnología sino liberarla de la manipulación esclavizadora de los piratas billonarios. Hay que desarrollar la tecnología de fuente abierta e interés público. Desde Signal hasta Matrix, Mastodon o Blue Sky. Hacerlo a través de “comunidades de acción” que permitan a los ciudadanos apropiarse de la tecnología y no ser víctima de ella.

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Gustavo Gorriti, María Ressa y Jorge Ramos. (Foto: Nate Brown | University of Missouri)

Al final, los tres periodistas coincidimos en que la democracia y sus ciudadanos serán defendidos de las fuerzas oscuras, de las tiranías corruptas, a través de un periodismo de investigación más profundo y poderoso, que no solo enfrente sino investigue y exponga a la desinformación y sus perpetradores. Que trabaje en cercana y estrecha relación con sus comunidades de ciudadanos. Y que, en conjunto con esas comunidades, ponga la tecnología al servicio de la democracia y contra los enemigos de ella.

Mira el video del evento académico realizado en la facultad de periodismo de la universidad de Missouri:

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