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José Chen Barría
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El Dr. Carlos Bolívar Pedreschi publicó hace aproximadamente siete años en el diario La Prensa un ensayo que dedicó a su amigo, el Dr. Ricardo Arias Calderón, y que tituló En recuerdo de un prócer y de un amigo.
El ensayo en referencia fue editado recientemente y se encuentra en varias librerías del país. La obra es de gran interés histórico, político e institucional.
El Dr. Pedreschi sostiene que una cosa es el nacimiento de un Estado y otra el nacimiento de una República. Destaca que nuestros historiadores, a propósito del Estado panameño, hablan de la Primera República y de la Segunda República. Siendo la primera el Estado republicano que en el año 1840 formó el general Tomás Herrera, Estado que solo sobrevivió 13 meses. Nuestros historiadores hablan de la Segunda República refiriéndose al Estado panameño que nació el 3 de noviembre de 1903.
Y viene un hallazgo de parte del Dr. Pedreschi, que se refiere a la Tercera República. Sostiene el Dr. Pedreschi que, como es de conocimiento general, Panamá dejó de ser República desde el 11 de octubre de 1968 al 20 de diciembre de 1989, cuando la invasión militar de los Estados Unidos de América derrocó a la dictadura militar panameña, la cual se mantuvo por 21 años gracias al apoyo militar, diplomático y político de los gobiernos de los Estados Unidos de América. Como es elemental, un Estado no puede ser republicano y dictatorial al mismo tiempo.
En el minucioso estudio del Dr. Pedreschi, sostiene que la lucha por la restauración de la República en Panamá tomó a los panameños 21 años. A diferencia de los próceres de la independencia de Panamá de Colombia en noviembre de 1903, los próceres de la República sí fueron algunos asesinados, otros torturados y otros exiliados. Entre los próceres de la Tercera República, el Dr. Pedreschi menciona y destaca a su amigo, el Dr. Ricardo Arias Calderón, quien luchó contra la dictadura durante 21 años y fue exiliado.
En la obra en referencia, el Dr. Pedreschi menciona como próceres a Carlos Iván Zúñiga, Thelma King, Antonio González Revilla, Dorita Moreno, Alberto Quirós Guardia, Diana Morán, Héctor Gallego, Ricardo Arias Calderón, Fabián Echevers, Elvia Lefevre de Wirz, Diógenes Arosemena, Querube Solís, Guillermo Endara, Natividad Piñango, Guillermo Ford, Cecilia Alegre, Guillermo Rolla Pimentel, Otilia Arosemena de Tejeira, Carlos Enrique Adames, Graciela Medina, Rubén Darío Carles, Ricardo J. Bermúdez, Rosario Arias de Galindo, Winston Robles y Heliodoro Portugal.
Obviamente, el Dr. Pedreschi solo menciona a los próceres de la Tercera República que habían fallecido al momento de publicar su ensayo.
Importa destacar que el Dr. Pedreschi, en su citado ensayo, pondera los méritos políticos, cívicos y morales del Dr. Ricardo Arias Calderón en los términos que siguen:
“Lo primero que importa destacar y recordar siempre de Ricardo Arias Calderón es su cultura, su integridad y su sensibilidad. Arias Calderón fue uno de los políticos más cultos e íntegros que Panamá ha conocido durante la Segunda y Tercera República. Ricardo estudió filosofía, y con honores, en la prestigiosa e histórica universidad estadounidense de Yale. De Yale, Ricardo continuó sus estudios de filosofía en Francia, donde obtuvo su doctorado en filosofía en la más prestigiosa universidad francesa: La Sorbona.Para mí tiene mucha importancia política y social recordar públicamente estas características personales de Ricardo. Estos tres elementos que hemos mencionado de su personalidad —cultura, integridad y sensibilidad— tienen la importancia práctica de destacar la dolorosa distancia que separó a Ricardo de los dirigentes políticos que el país padeció durante las últimas cinco décadas y aún padece. Debo decir que el desprestigio de que hablo no solo se extiende a políticos del gobierno, sino también de la oposición. A consecuencia de esta penosa realidad, Panamá vive hoy los más altos niveles de corrupción y desprestigio, tanto a nivel nacional como internacional, gracias, en medida decisiva, a dirigentes políticos, de oposición y gobierno, que nunca han tenido ni tendrán la integridad, la cultura y la sensibilidad de Ricardo Arias Calderón.”
Me unió a Ricardo Arias Calderón no solo los valores políticos —ambos pertenecimos al Partido Demócrata Cristiano— sino una gran amistad. En el año 1999, el gobierno de la República Popular de China invitó al Dr. Ricardo Arias Calderón a visitar China, en reconocimiento a su invitación al Partido Comunista Chino a participar como observador de honor en el Congreso de la Internacional Demócrata Cristiana, de la cual era su presidente.
Las únicas personas que solicitó que le acompañaran a China fueron a mí y a mi esposa. La delegación estaba constituida solo por cuatro personas: el Dr. Arias Calderón y su esposa, mi esposa y mi persona. Esa invitación del gobierno chino al Dr. Ricardo Arias Calderón es un testimonio de su valía política, docente, intelectual e internacional.
El autor es excontralor general de la República.
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El ensayo en referencia fue editado recientemente y se encuentra en varias librerías del país. La obra es de gran interés histórico, político e institucional.
El Dr. Pedreschi sostiene que una cosa es el nacimiento de un Estado y otra el nacimiento de una República. Destaca que nuestros historiadores, a propósito del Estado panameño, hablan de la Primera República y de la Segunda República. Siendo la primera el Estado republicano que en el año 1840 formó el general Tomás Herrera, Estado que solo sobrevivió 13 meses. Nuestros historiadores hablan de la Segunda República refiriéndose al Estado panameño que nació el 3 de noviembre de 1903.
Y viene un hallazgo de parte del Dr. Pedreschi, que se refiere a la Tercera República. Sostiene el Dr. Pedreschi que, como es de conocimiento general, Panamá dejó de ser República desde el 11 de octubre de 1968 al 20 de diciembre de 1989, cuando la invasión militar de los Estados Unidos de América derrocó a la dictadura militar panameña, la cual se mantuvo por 21 años gracias al apoyo militar, diplomático y político de los gobiernos de los Estados Unidos de América. Como es elemental, un Estado no puede ser republicano y dictatorial al mismo tiempo.
En el minucioso estudio del Dr. Pedreschi, sostiene que la lucha por la restauración de la República en Panamá tomó a los panameños 21 años. A diferencia de los próceres de la independencia de Panamá de Colombia en noviembre de 1903, los próceres de la República sí fueron algunos asesinados, otros torturados y otros exiliados. Entre los próceres de la Tercera República, el Dr. Pedreschi menciona y destaca a su amigo, el Dr. Ricardo Arias Calderón, quien luchó contra la dictadura durante 21 años y fue exiliado.
En la obra en referencia, el Dr. Pedreschi menciona como próceres a Carlos Iván Zúñiga, Thelma King, Antonio González Revilla, Dorita Moreno, Alberto Quirós Guardia, Diana Morán, Héctor Gallego, Ricardo Arias Calderón, Fabián Echevers, Elvia Lefevre de Wirz, Diógenes Arosemena, Querube Solís, Guillermo Endara, Natividad Piñango, Guillermo Ford, Cecilia Alegre, Guillermo Rolla Pimentel, Otilia Arosemena de Tejeira, Carlos Enrique Adames, Graciela Medina, Rubén Darío Carles, Ricardo J. Bermúdez, Rosario Arias de Galindo, Winston Robles y Heliodoro Portugal.
Obviamente, el Dr. Pedreschi solo menciona a los próceres de la Tercera República que habían fallecido al momento de publicar su ensayo.
Importa destacar que el Dr. Pedreschi, en su citado ensayo, pondera los méritos políticos, cívicos y morales del Dr. Ricardo Arias Calderón en los términos que siguen:
“Lo primero que importa destacar y recordar siempre de Ricardo Arias Calderón es su cultura, su integridad y su sensibilidad. Arias Calderón fue uno de los políticos más cultos e íntegros que Panamá ha conocido durante la Segunda y Tercera República. Ricardo estudió filosofía, y con honores, en la prestigiosa e histórica universidad estadounidense de Yale. De Yale, Ricardo continuó sus estudios de filosofía en Francia, donde obtuvo su doctorado en filosofía en la más prestigiosa universidad francesa: La Sorbona.Para mí tiene mucha importancia política y social recordar públicamente estas características personales de Ricardo. Estos tres elementos que hemos mencionado de su personalidad —cultura, integridad y sensibilidad— tienen la importancia práctica de destacar la dolorosa distancia que separó a Ricardo de los dirigentes políticos que el país padeció durante las últimas cinco décadas y aún padece. Debo decir que el desprestigio de que hablo no solo se extiende a políticos del gobierno, sino también de la oposición. A consecuencia de esta penosa realidad, Panamá vive hoy los más altos niveles de corrupción y desprestigio, tanto a nivel nacional como internacional, gracias, en medida decisiva, a dirigentes políticos, de oposición y gobierno, que nunca han tenido ni tendrán la integridad, la cultura y la sensibilidad de Ricardo Arias Calderón.”
Me unió a Ricardo Arias Calderón no solo los valores políticos —ambos pertenecimos al Partido Demócrata Cristiano— sino una gran amistad. En el año 1999, el gobierno de la República Popular de China invitó al Dr. Ricardo Arias Calderón a visitar China, en reconocimiento a su invitación al Partido Comunista Chino a participar como observador de honor en el Congreso de la Internacional Demócrata Cristiana, de la cual era su presidente.
Las únicas personas que solicitó que le acompañaran a China fueron a mí y a mi esposa. La delegación estaba constituida solo por cuatro personas: el Dr. Arias Calderón y su esposa, mi esposa y mi persona. Esa invitación del gobierno chino al Dr. Ricardo Arias Calderón es un testimonio de su valía política, docente, intelectual e internacional.
El autor es excontralor general de la República.
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