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Alexis Sinchire
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Michael Morales disfruta del momento más brillante de su ascendente carrera en la UFC. En la categoría wélter ocupa el cuarto lugar luego de derrotar a Sean Brady de forma contundente el pasado sábado 15 de noviembre de 2205.
En las últimas horas, Michael Morales hizo un extenso repaso de su carrera deportiva junto a Roberto MTZ, en donde contó cómo empezó su carrera peleando en galleras en Ecuador, sin recibir un pago a cambio.
Michael Morales nació en Pasaje, El Oro, hace 26 años. Desde los cinco años empezó a entrenar judo junto a Katty Hurtado, su madre, que es una reconocida árbitra internacional de este deporte.
A los 10, desde donde imaginó ser campeón, experimentó el mundo de la lucha olímpica y a los 13 se interesó en las artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en inglés) junto a su padre. A los 14 arrancó a competir y no ha parado hasta la actualidad.
Detalla que su madre ha sido la principal promotora de su carrera. “Soy su proyecto X“, menciona con una sonrisa en su rostro mientras recuerda que no lo pudo acompañar en sus cinco primeras peleas de la UFC por no contar con VISA.
Una vez que la consiguió, no ha faltado a ninguno de sus combates y es una fanática más desde las gradas. Su entusiasmo llama la atención de sus seguidores, que lo ven como futuro campeón de la UFC.
Cuando Morales habla de sus primeras peleas, lo hace sin filtros. Su debut no ocurrió en un gimnasio profesional ni en un circuito amateur formal. Fue en una gallera.
“Te ponen un tatami en el suelo y a pelear. Era una gallera”, recuerda. En esta etapa de su naciente camino profesional acumuló un récord de seis victorias que no suman para su palmarés.
En Ecuador, explica, la escena amateur prácticamente no existe porque no hay regulaciones, comisiones ni categorías; solo consiste en “no pagarte” y competir sin protección, usando guantes de MMA.
Acota que su hermano (Víctor) también vivió el mismo proceso de pelear en una gallera. “Mi hermano comenzó también así, sin nada, sin protección, literal en un evento donde había peleas de gallos”, recalca.
Todas esas peleas no reconocidas oficialmente le dieron experiencia real, rounds de contacto y hambre de superación antes de armar maletas y viajar a México para seguir con su preparación.
El récord de su carrera es de 19 victorias en el mismo número de combates. Pero existe un recuerdo de hace 10 años que la cuenta como la única vez que no salió victorioso.
Uno de los factores que incidió fue que su jiu-jitsu era “pésimo”, por lo que lo “durmieron”. Esa pelea no solo fue dolorosa, sino traumática, que lo marcó positivamente para mejorar su forma de pelear.
El combate ocurrió en Ecuador, dentro de un programa de televisión llamado Última Pelea. Uno de los requisitos era ser mayor de edad, por lo que tuvo que mentir, puesto que tenía 16, pero su desarrollo físico no hizo sospechar que era menor de edad.
Fue en ese espacio televisivo donde fue derrotado por sumisión. “Quedé traumado”, reconoce.
A los 18 tuvo su revancha con el mismo peleador, al que le ganó por KO en un entorno marcado por la ausencia de público en las gradas por las restricciones implementadas por las autoridades para mitigar los efectos de la pandemia del Covid-19.
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En las últimas horas, Michael Morales hizo un extenso repaso de su carrera deportiva junto a Roberto MTZ, en donde contó cómo empezó su carrera peleando en galleras en Ecuador, sin recibir un pago a cambio.
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Michael Morales entrena desde los cinco años
Michael Morales nació en Pasaje, El Oro, hace 26 años. Desde los cinco años empezó a entrenar judo junto a Katty Hurtado, su madre, que es una reconocida árbitra internacional de este deporte.
A los 10, desde donde imaginó ser campeón, experimentó el mundo de la lucha olímpica y a los 13 se interesó en las artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en inglés) junto a su padre. A los 14 arrancó a competir y no ha parado hasta la actualidad.
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Detalla que su madre ha sido la principal promotora de su carrera. “Soy su proyecto X“, menciona con una sonrisa en su rostro mientras recuerda que no lo pudo acompañar en sus cinco primeras peleas de la UFC por no contar con VISA.
Una vez que la consiguió, no ha faltado a ninguno de sus combates y es una fanática más desde las gradas. Su entusiasmo llama la atención de sus seguidores, que lo ven como futuro campeón de la UFC.
Morales peleaba en galleras en Ecuador
Cuando Morales habla de sus primeras peleas, lo hace sin filtros. Su debut no ocurrió en un gimnasio profesional ni en un circuito amateur formal. Fue en una gallera.
“Te ponen un tatami en el suelo y a pelear. Era una gallera”, recuerda. En esta etapa de su naciente camino profesional acumuló un récord de seis victorias que no suman para su palmarés.
En Ecuador, explica, la escena amateur prácticamente no existe porque no hay regulaciones, comisiones ni categorías; solo consiste en “no pagarte” y competir sin protección, usando guantes de MMA.
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Acota que su hermano (Víctor) también vivió el mismo proceso de pelear en una gallera. “Mi hermano comenzó también así, sin nada, sin protección, literal en un evento donde había peleas de gallos”, recalca.
Todas esas peleas no reconocidas oficialmente le dieron experiencia real, rounds de contacto y hambre de superación antes de armar maletas y viajar a México para seguir con su preparación.
El récord de su carrera es de 19 victorias en el mismo número de combates. Pero existe un recuerdo de hace 10 años que la cuenta como la única vez que no salió victorioso.
Uno de los factores que incidió fue que su jiu-jitsu era “pésimo”, por lo que lo “durmieron”. Esa pelea no solo fue dolorosa, sino traumática, que lo marcó positivamente para mejorar su forma de pelear.
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El combate ocurrió en Ecuador, dentro de un programa de televisión llamado Última Pelea. Uno de los requisitos era ser mayor de edad, por lo que tuvo que mentir, puesto que tenía 16, pero su desarrollo físico no hizo sospechar que era menor de edad.
Fue en ese espacio televisivo donde fue derrotado por sumisión. “Quedé traumado”, reconoce.
A los 18 tuvo su revancha con el mismo peleador, al que le ganó por KO en un entorno marcado por la ausencia de público en las gradas por las restricciones implementadas por las autoridades para mitigar los efectos de la pandemia del Covid-19.
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- Información externa: Michael Morales
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