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Ana Guerrero
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Aves muertas en parques y otras áreas verdes de Ecuador, afectaciones en los ciclos reproductivos de varias especies y animales de compañía con altos niveles de estrés son parte de las secuelas del uso de la pirotecnia durante las fiestas de diciembre. Para ellos, las luces y las explosiones no son una ‘feliz Navidad’.
“La pirotecnia afecta gravemente el bienestar animal y puede producir daños físicos y emocionales. Protegerlos es un deber ético y legal. Adoptar medidas preventivas y promover alternativas más seguras contribuye a un entorno saludable para todos”. La conclusión desde la Unidad de Bienestar Animal (UBA) frente al ya normalizado uso de pirotecnia en Ecuador es tajante.
Esas complicaciones alcanzan a todas las especies. Andrés Marcayata, biólogo, refiere que la pirotecnia causa graves afectaciones en las aves debido a su alta sensibilidad al ruido y a la luz. “Es una práctica nociva, no solo para los animales, también para los seres humanos. Los gases tóxicos se quedan por días en el ambiente”.
Las explosiones alteran la visión de aves cazadoras, dañan el oído de especies nocturnas y provocan desorientación en migratorias. Muchas aves alteran sus ciclos al verse aturdidas por el ruido, chocando contra ventanales o desorientadas sin poder cumplir rutas ya preestablecidas por años.
Andrés Marcayata, estudioso de las aves, además, explica que el ruido lleva a que muchas aves abandonen nidos y crías. En especies como los colibríes, por ejemplo, la pirotecnia interrumpe el torpor (estado de hibernación), el descanso que necesitan para sobrevivir.
Tras las festividades, en lugares como Quito se encuentran numerosas aves muertas por estrés ocasionado por el uso de ese material, solo hace falta con ir a parques u otras áreas verdes.
Las quebradas de Quito son el hábitat de varios halcones (kilikos, halcón de Harris, entre otros.) que quedan ciegos y no pueden ya cazar, su principal fuente de alimentación. Además, los residuos de pólvora dañan ecosistemas acuáticos.
El investigador detalla que en el Distrito Metropolitano se estima que hay 542 especies, un número elevado. Por eso, de hecho, Quito es considerada ciudad de las aves. A escala nacional, en cambio, el Comité Ecuatoriano Ornitológico da cuenta de una 1735.
Barinia Cadena Le Dizès, experta en bienestar animal y docente de la UIDE, remarca que la pirotecnia genera sufrimiento en animales domésticos y silvestres.
Reafirma que hay estudios que evidencian que animales silvestres, especialmente aves y mamíferos, experimentan nerviosismo, pérdida de apetito, desorientación y conductas de huida que pueden terminar en agotamiento extremo o muerte.
El ruido de la pirotecnia alcanza niveles superiores a los considerados seguros para el oído humano y afecta con mayor intensidad a los animales. Esta exposición puede causar pérdida de audición y tinnitus, con casos documentados de daños irreversibles en perros.
A esto se suma el impacto ambiental, ya que la pirotecnia libera contaminantes que afectan el aire, el agua y el suelo, con consecuencias negativas para la salud humana y animal.
La docente universitaria menciona que es imperante asumir una responsabilidad colectiva para proteger a los animales y al ambiente.
Desde UBA apuntan que los perros pueden percibir sonidos de hasta 40 kHz (unidad de frecuencia) y los gatos hasta 65 kHz, amplificando estímulos casi 20 veces más que los humanos.
La pirotecnia puede alcanzar hasta 190 dB, generando pánico extremo, estrés severo y riesgo de daño auditivo permanente.
El principal consejo, como coinciden los expertos, es no usar pirotecnia. No obstante, frente a una realidad aún latente, desde UBA dan algunas pautas para tutores de animales de compañía.
Dentro del hogar
Manejo del estrés
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Las afectaciones de la pirotecnia para los animales
“La pirotecnia afecta gravemente el bienestar animal y puede producir daños físicos y emocionales. Protegerlos es un deber ético y legal. Adoptar medidas preventivas y promover alternativas más seguras contribuye a un entorno saludable para todos”. La conclusión desde la Unidad de Bienestar Animal (UBA) frente al ya normalizado uso de pirotecnia en Ecuador es tajante.
Esas complicaciones alcanzan a todas las especies. Andrés Marcayata, biólogo, refiere que la pirotecnia causa graves afectaciones en las aves debido a su alta sensibilidad al ruido y a la luz. “Es una práctica nociva, no solo para los animales, también para los seres humanos. Los gases tóxicos se quedan por días en el ambiente”.
Las explosiones alteran la visión de aves cazadoras, dañan el oído de especies nocturnas y provocan desorientación en migratorias. Muchas aves alteran sus ciclos al verse aturdidas por el ruido, chocando contra ventanales o desorientadas sin poder cumplir rutas ya preestablecidas por años.
Las consecuencias son amplias
Andrés Marcayata, estudioso de las aves, además, explica que el ruido lleva a que muchas aves abandonen nidos y crías. En especies como los colibríes, por ejemplo, la pirotecnia interrumpe el torpor (estado de hibernación), el descanso que necesitan para sobrevivir.
Tras las festividades, en lugares como Quito se encuentran numerosas aves muertas por estrés ocasionado por el uso de ese material, solo hace falta con ir a parques u otras áreas verdes.
Las quebradas de Quito son el hábitat de varios halcones (kilikos, halcón de Harris, entre otros.) que quedan ciegos y no pueden ya cazar, su principal fuente de alimentación. Además, los residuos de pólvora dañan ecosistemas acuáticos.
El investigador detalla que en el Distrito Metropolitano se estima que hay 542 especies, un número elevado. Por eso, de hecho, Quito es considerada ciudad de las aves. A escala nacional, en cambio, el Comité Ecuatoriano Ornitológico da cuenta de una 1735.
Una tradición que genera sufrimiento
Barinia Cadena Le Dizès, experta en bienestar animal y docente de la UIDE, remarca que la pirotecnia genera sufrimiento en animales domésticos y silvestres.
Reafirma que hay estudios que evidencian que animales silvestres, especialmente aves y mamíferos, experimentan nerviosismo, pérdida de apetito, desorientación y conductas de huida que pueden terminar en agotamiento extremo o muerte.
El ruido de la pirotecnia alcanza niveles superiores a los considerados seguros para el oído humano y afecta con mayor intensidad a los animales. Esta exposición puede causar pérdida de audición y tinnitus, con casos documentados de daños irreversibles en perros.
A esto se suma el impacto ambiental, ya que la pirotecnia libera contaminantes que afectan el aire, el agua y el suelo, con consecuencias negativas para la salud humana y animal.
La docente universitaria menciona que es imperante asumir una responsabilidad colectiva para proteger a los animales y al ambiente.
¿Por qué la pirotecnia afecta a los animales?
Desde UBA apuntan que los perros pueden percibir sonidos de hasta 40 kHz (unidad de frecuencia) y los gatos hasta 65 kHz, amplificando estímulos casi 20 veces más que los humanos.
La pirotecnia puede alcanzar hasta 190 dB, generando pánico extremo, estrés severo y riesgo de daño auditivo permanente.
Evidencia sobre los impactos de la pirotecnia
- Los fuegos artificiales exceden los 140–150 dB.
- La pirotecnia genera contaminación del aire, alcanzando concentraciones elevadas de Material Particulado Fino, 2.5 en el Distrito Metropolitano de Quito.
Recomendaciones para tutores de animales de compañía
El principal consejo, como coinciden los expertos, es no usar pirotecnia. No obstante, frente a una realidad aún latente, desde UBA dan algunas pautas para tutores de animales de compañía.
Dentro del hogar
- Cerrar ventanas y cortinas para amortiguar ruidos.
- Utilizar música suave o sonidos blancos.
- Crear un refugio seguro con cama y juguetes.
- Mantener identificación actualizada.
Manejo del estrés
- Promover actividad física durante el día.
- Consultar con veterinarios sobre feromonas o aromaterapia.
- Aplicar vendajes terapéuticos.
- No sacarlos durante los momentos de mayor ruido.
- Supervisar puertas para evitar fugas.
- Buscar atención veterinaria en casos severos.
- Informe externo: Pirotecnia
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