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Sandra Borges Conde
Guest
En la clínica aparece un fenómeno que se vuelve cada vez más visible: mujeres formadas en la autonomía moderna –independencia económica, pensamiento crítico, libertad sexual y capacidad de decisión– que tropiezan con un dolor que no encaja en ninguna categoría psicológica clásica. No es dependencia afectiva ni ingenuidad, tampoco “falta de autoestima”. Es algo más hondo: el dolor de no ser elegida...
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