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Adrián Z. Rivero
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“Se anunció con bombos y platillos que el ICE iba a ser el primero en implementar 5G. No se dio, ni a nivel de redes privadas, ni a nivel de telefonía de acceso público. […] De conformidad con lo que vimos y el avance que tiene la competencia, nosotros para el 2026 ya estaríamos fuera del mercado”.
Con esa frase, la auditora general del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Sofía Machuca, advirtió el 8 de enero de este año de la angustiante situación que atraviesa Kölbi, la empresa pública de telecomunicaciones que, lejos de estar “volando” —como alguna vez se refirió el presidente Rodrigo Chaves sobre la institución— más bien muestra signos vitales en estado crítico.
Lejos de las apariencias que se intentan guardar a través del discurso político, los indicadores son claros: el ICE registra los peores ingresos en más de una década, y los segmentos del mercado de telecomunicaciones que antes lideraba con solidez ahora fueron arrebatados por sus competidores, con tendencias en picada que invitan a pensar que el desplome continuará.
“El Gobierno recibe una empresa con algunas carencias y con retos muy importantes, pero la forma en la que aborda este reto hace que la tendencia a la baja de algunos indicadores se acentúe, y que la empresa que, aun estando a la baja, tenía un cierto liderazgo en el mercado, pierda ese liderazgo y más bien continúe en una situación crítica, pero ahora desde una condición de desventaja”, señaló el ingeniero y exviceministro de Telecomunicaciones, Teodoro Willink, en declaraciones a UNIVERSIDAD.
Pero no solo se trata de la dramática situación actual que muestran las gráficas de ingresos y participación de mercado, sino que el futuro del negocio también podría estar comprometido ante la incapacidad que ha tenido la institución para desplegar la red 5G, al tiempo que la competencia ya anunció sus despliegues.
Como si fuera poco, la institución ha atravesado un año repleto de cuestionamientos alrededor de dos de sus contrataciones fundamentales para el sector de telecomunicaciones: la propia licitación para 5G y la de una infraestructura conocida como red de transporte (contrato ICE-Cisco).
“Ese potencial que tiene el ICE de ser un motor del desarrollo nacional y de ser un motor de la equidad en el acceso a servicios se está poniendo en riesgo por decisiones ejecutivas basadas en intereses más específicos y no sociales que abarquen a todo el país”, manifestó Willink.
Los peores ingresos más de una década
Los estados financieros publicados por el Grupo ICE desnudan que el segmento de telecomunicaciones cerró 2024 con ingresos por ₡534.934 millones, la cifra anual más baja desde 2012, cuando fueron ₡537.199 millones.
Los ingresos totales del segmento generados en el presente año se conocerán hasta 2026, pero los reportes intermedios anticipan un panorama igual de sombrío.
Mientras que en el informe semestral se registraron los peores ingresos desde 2013, en el reporte con corte al tercer trimestre (setiembre), la cifra consignada en 2025 se posiciona como la más baja desde 2010 (ver gráfico).
Es decir, los ingresos del segmento no solo cayeron a niveles de más de diez años atrás, sino que no hay síntomas de ninguna mejoría importante:
“Hay una erosión de ingresos que viene sostenida, no solamente en un año, sino a lo largo del tiempo, y esa situación hace que se prendan alarmas, sobre todo en una institución de carácter público que está sometida a un régimen de competencia efectiva en el mercado”, comentó Juan Manuel Campos, consultor en telecomunicaciones y presidente de Ciber Regulación.
En unas respuestas enviadas en mayo por la institución a este Semanario sobre la caída en ingresos, la Gerencia de Telecomunicaciones justificó parte de la situación en que en los últimos años el sector, en general, no creció de forma “considerable”.
No obstante, poco después la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) dio a conocer que en 2024 los ingresos del sector crecieron en un 6,88%, al tiempo que Liberty anunció en 6,20% su incremento en este indicador para el mismo año.
Lo anterior implica que mientras el mercado y la competencia crecieron en 2024, el ICE más bien perdió un 1,33% de sus ingresos.
Se perdió el trono en los mercados móvil y fijo
En otras consultas remitidas a la institución sobre el tema de los ingresos, respondidas en setiembre, el Instituto defendió que todavía lidera el mercado pospago, que tiene el 89% de los ingresos móviles, así como el de internet móvil: “Estos datos reflejan que la empresa prioriza valor y fidelización, y mantiene una posición sólida en áreas estratégicas”, indicó en ese momento.
Lo que pasó por alto la entidad en sus respuestas fue que el 38,8% con el que lideraba en 2024, el segmento pospago no proviene de esa supuesta solidez, sino de una caída sostenida desde el 53,2% que poseía en el 2020.
Liberty, en cambio, pasó en el mismo periodo de un 25,4% de participación en el mercado pospago a un 36,9%. Si se mantiene la tendencia, en el próximo reporte con los datos actualizados de 2025, el operador estadounidense rebasará a Kölbi en esta rama, como ya lo hizo en el segmento prepago, en el mercado telefonía móvil (de manera general) y en el de internet fijo.
Para el exviceministro, el desempeño que el ICE ha mostrado en términos económicos y de su base de clientes es “terrible”.
“Si bien venía decayendo, se acelera a partir de 2022 y 2023 y con una dinámica del sector que más bien se fortalece. Entonces, es muy complicado, para el ICE, con un sector prometedor, estar teniendo resultados negativos a lo largo de todo el año”, añadió Willink.
En este sentido, el consultor en telecomunicaciones y director de Inprospectiva, Gilles Maury, indicó que la aceleración con la que Kölbi pierde clientela no solo es “anormal”, sino que a esta se suma como un factor más preocupante, que es el hecho de que “no se ve que haya ningún elemento que vaya a hacer cambiar eso”.
“Hoy, a nivel de empresa, (Kölbi) no está logrando traducir en valor para sus clientes las capacidades que tienen, porque capacidades sí tienen. Adentro hay gente con experiencia, están apoyados por proveedores que conocen bien el mercado, tienen una capacidad ingenieril. O sea, la capacidad la tienen, pero no está coordinada hacia la generación de valor para los clientes, de forma ágil. Eso es lo que no se está viendo”, agregó el especialista.
Mientras que Campos, por su parte, dijo que si él fuera parte de la Junta Directiva de la institución “estaría preocupadísimo por el estado de resultados que muestra que hay un descenso en la capacidad de penetrar mercado”.
Campos destacó que, con “un estado de resultados tan alarmante” como el de Kölbi, “la mano no debería ser tan dócil” a la hora de tomar decisiones sobre los jerarcas responsables:
Colista en la carrera por el 5G
Aunque la red 5G es fundamental para el futuro de los negocios de telecomunicaciones, la empresa pública no ha sido capaz de implementarla entre un caos de decisiones ejecutivas, restricciones gubernamentales y licitaciones llenas de cuestionamientos.
En cambio, Liberty anunció a mediados de julio el lanzamiento de su 5G masivo a partir del primer trimestre del 2026, aunque ya brinda el servicio a unos 100 mil clientes.
Por su parte, la empresa Claro dio un golpe sobre la mesa, el pasado 17 de setiembre, con la puesta en marcha inmediata de su red 5G. En declaraciones a este medio, el operador indicó que ya 900 mil clientes están conectados a esta tecnología de última generación.
“El ICE, que es el operador que tenía la mayor cantidad de recursos y posibilidades de salir primero y de ponerse adelante en un mercado tan competitivo y agresivo como el de las telecomunicaciones, se queda atrás por las decisiones de la dirección ejecutiva. Y no solo se queda atrás, sino que toma decisiones que, desde una perspectiva técnica, no le van a dar una ventaja que compense ese atraso”, añadió Willink.
Un documento interno del ICE sobre 5G reconoce que “la ventana de oportunidad para el aprovechamiento y la ejecución de la ventaja competitiva se ha perdido”, pero además deja claro que, como mínimo, desde octubre de 2025 el ICE podría tener la red implementada, a través de una opción que descartó, y por la cual su competencia sí apostó. Así se desprende del informe “Atención de la Acción número 7 ‘Presentar y oficializar la estrategia de soluciones alternas’ del Plan de acción del Informe de Advertencia ADV-04-2024”, revelado en exclusiva por este medio a finales de junio.
Hasta la fecha, Kölbi-ICE ha tenido que conformarse con el lanzamiento de un plan piloto para 5G que requiere que los clientes tengan dos tarjetas SIM instaladas e inicialmente sólo servía con celulares Honor. La institución anunció hace unas semanas que ahora pueden participar en el piloto los clientes con un par de modelos Motorola y resaltó, como si de un gran logro se tratase, que “más de 1.700 clientes ya disfrutan de esta tecnología”.
Actualmente, la entidad promueve una cuestionada licitación para el despliegue de su red 5G, que no ha sido adjudicada, aunque ya finalizó el plazo de recepción de ofertas.
Un abismo profundo
Ese lugar en el que ha caído Kölbi es fácil de llegar, pero no de salir, según coinciden los expertos consultados por este medio.
Para Willink, deberán tomarse “medidas muy drásticas” para revertir los efectos de la serie de decisiones que han colocado a la empresa estatal en este sombrío panorama, pero advierte que el proceso será largo:
“Algunas veces, para empresas como el ICE, una decisión que se toma hoy y que tiene un resultado negativo para la institución, recuperarse puede tomar tres o cuatro veces más del tiempo que tomó implementar esa decisión. […] El ICE va a tener que ser muy sólido y preciso para poder recuperarse de estas decisiones que lo han debilitado significativamente y de forma sostenida en el tiempo. Es muy peligroso”, anotó.
En la misma línea, Campos señaló que “puede ser tarde e irreversible el camino que tomó el ICE”, pero más que reflexiones se requiere de acciones inmediatas.
“Un ejecutivo que muestra a lo largo del tiempo, independientemente del nombre y la jerarquía que tenga, un estado de resultados que compromete la institución obviamente pone en riesgo al mismo Instituto en su capacidad de estar en el mercado”, agregó.
El experto coincidió con el exviceministro en la alta dificultad de revertir los efectos de las decisiones que se han tomado, como, por ejemplo, recuperar el mercado. No obstante, señaló que hay que mostrar “las mejores armas” en lo que consideró como “una guerra de largo plazo”.
“Cuando uno está en una situación de crisis requiere mucho talento y decisiones heroicas, entre ellas, básicamente revisar ingresos, gastos, eliminar de cualquier modo el elemento político y dejar que, efectivamente, estas fuerzas del mercado con talento institucional puedan hacerles frente a los retos del nuevo ICE”, concluyó el especialista.
El 18 de julio y el 19 de agosto se realizaron solicitudes de entrevista al ICE para conversar sobre la situación de Kölbi, especialmente respecto del desarrollo de 5G, pero no han sido concedidas. También se enviaron algunas consultas por escrito desde el 20 de noviembre, no obstante, tampoco han sido contestadas.
La entrada Kölbi-ICE no está volando: la empresa pública cae en picada de la mano de Chaves hasta un precipicio sin salida fácil aparece primero en Semanario Universidad.
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