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Miriam Flori
Guest
Introducción: tras la derrota del Tigre en el clásico (que me perdí por un retraso de varias horas de BOA) y la victoria en la tarde del jueves de Always Ready frente a Aurora en El Alto (con dos goles anulados de la visita y dos rojas para los celestes cochabambinos), el gualdinegro está obligado a ganar en la Llajta frente a FC Universitario de Vinto para seguir vivo.
Monasterio no puede contar con Arrascaita y Chávez (uno por tarjetas, otro por lesión). El técnico cruceño sorprende con el criticado Supayabe en el lateral derecho (dejando a Altamirano en la banca). En el doble cinco aparecen Quiroga y Ursino. En el enganche está Santiago Melgar, no será ni la sombra de Arrascaita en ese puesto.
El “manzanero”, dirigido por el paceño Adrián Barral, no se juega nada, aunque no lo parecerá. El “Capriles” luce desierto, como en tantos y tantos partidos de nuestro fútbol. Una reducida presencia de hinchas stronguistas hacen sentir al “Derribador” como en casa. Jusino y Castro, los capitanes de ambos planteles, se abrazan como hermanos.
Nudo: la primera parte es del Tigre. Hará un gol tempranero que se quedará para siempre en el “score”. Será un contragolpe con centro de Amoroso y remate tras rebote de Godoy. El resto de las clarísimas chances de ampliar el marcador y no sufrir al final serán dilapidadas. La falta de gol del Tigre es uno de sus grandes males.
Desenlace: la segunda parte es de FC Universitario. La falta de jerarquía de sus jugadores impedirá el empate. Eso y las atajadas de un Rodrigo Banegas que vuelve a ser Rodrigo Banegas. Monasterio meterá cuatro cambios para cerrar el partido. Primero quita a un cansado Ursino (por Lovera); luego a un desaparecido John García (en caída libre tras su paso/viaje con la selección) por Sotomayor. Los dos últimos cambios, a falta de diez minutos, reflejan la angustia y el miedo: Chiatti ocupa el lugar de Supayabe y el joven volante central Espíritu, por un ausente Melgar.
Con el Jesús en la boca y jugadores totalmente exhaustos (Jusino, Amoroso, Godoy…) por la exigente seguidilla de partidos (en los dos torneos), el Tigre abrocha los tres puntos. Tras el pitido final, Monasterio (siempre tímido en su accionar) aprieta el puño derecho. Este Tigre no se rinde.
Post-scriptum: se estudiará en el futuro como llegó vivo The Strongest a las tres últimas fechas del campeonato (y a las semifinales de la Copa) con un plantel tan corto y con rendimientos tan irregulares.
El domingo se viene otra final. Chocan los dos equipos (CAR y Tigre) con más victorias, 20 en total. Se equivocan todos los que dan por muerto a este limitado equipo milagroso unido en la adversidad.
05/12/2025
The post Goles son amores appeared first on La Razón.
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Monasterio no puede contar con Arrascaita y Chávez (uno por tarjetas, otro por lesión). El técnico cruceño sorprende con el criticado Supayabe en el lateral derecho (dejando a Altamirano en la banca). En el doble cinco aparecen Quiroga y Ursino. En el enganche está Santiago Melgar, no será ni la sombra de Arrascaita en ese puesto.
El “manzanero”, dirigido por el paceño Adrián Barral, no se juega nada, aunque no lo parecerá. El “Capriles” luce desierto, como en tantos y tantos partidos de nuestro fútbol. Una reducida presencia de hinchas stronguistas hacen sentir al “Derribador” como en casa. Jusino y Castro, los capitanes de ambos planteles, se abrazan como hermanos.
Nudo: la primera parte es del Tigre. Hará un gol tempranero que se quedará para siempre en el “score”. Será un contragolpe con centro de Amoroso y remate tras rebote de Godoy. El resto de las clarísimas chances de ampliar el marcador y no sufrir al final serán dilapidadas. La falta de gol del Tigre es uno de sus grandes males.
Desenlace: la segunda parte es de FC Universitario. La falta de jerarquía de sus jugadores impedirá el empate. Eso y las atajadas de un Rodrigo Banegas que vuelve a ser Rodrigo Banegas. Monasterio meterá cuatro cambios para cerrar el partido. Primero quita a un cansado Ursino (por Lovera); luego a un desaparecido John García (en caída libre tras su paso/viaje con la selección) por Sotomayor. Los dos últimos cambios, a falta de diez minutos, reflejan la angustia y el miedo: Chiatti ocupa el lugar de Supayabe y el joven volante central Espíritu, por un ausente Melgar.
Con el Jesús en la boca y jugadores totalmente exhaustos (Jusino, Amoroso, Godoy…) por la exigente seguidilla de partidos (en los dos torneos), el Tigre abrocha los tres puntos. Tras el pitido final, Monasterio (siempre tímido en su accionar) aprieta el puño derecho. Este Tigre no se rinde.
Post-scriptum: se estudiará en el futuro como llegó vivo The Strongest a las tres últimas fechas del campeonato (y a las semifinales de la Copa) con un plantel tan corto y con rendimientos tan irregulares.
El domingo se viene otra final. Chocan los dos equipos (CAR y Tigre) con más victorias, 20 en total. Se equivocan todos los que dan por muerto a este limitado equipo milagroso unido en la adversidad.
05/12/2025
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