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Ana Beatriz Fernández González
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El libro Tierra Maestra vio la luz luego de que la artista y educadora Mariela Richmond expusiera en el espacio Satis.FACTORY Casa de Arte, donde mostró parte de un proceso relacionado con su trabajo en la huerta Mohojoy Agricultura.
La publicación, editada por Azetaguía de Nicaragua y Satis.FACTORY, está conformada por telegramas, dibujos, fotografías y fragmentos del desarrollo del proyecto que en este momento se asienta en Turrialba.
“En esa exposición lo que hice fue abrir un archivo de los siete años trabajando la tierra en el proyecto que tengo junto con Álvaro Rivas, que anteriormente estuvo en una tierra alquilada en Heredia”, contó Richmond.
Por ello, el libro es, para Richmond, el cierre de un periodo y la apertura de otro, pues tienen cinco meses de estar sembrando en tierra propia en Cartago.
Los fragmentos del libro contienen una especie de agrodiario, donde Richmond hace anotaciones sobre aspectos sucedidos en la tierra que le parecen interesantes, así como retos que han vivido en un periodo de casi ocho años de labor.
A la vez narra algunas contemplaciones “porque ni Álvaro ni yo, gestores del proyecto Mohojoy, tenemos experiencia formativa en agronomía. Por tanto, el aprendizaje con la tierra es bastante experimental, es bastante empírico, con muchísimo de observación”, detalló Richmond.
Para la autora, el diario es un pequeño sistema archivístico cuyo fin es ir generando una memoria con el paso de los años, que funcione como un acervo, y que ojalá sea usado como herramienta pedagógica.
La fundadora y directora de Satis.FACTORY, Erika Martin, quien curó la exposición «Tierra Maestra», se encargó del proceso de gestión y producción del libro, editado de manera conjunta con Azetaguía, una colectiva tico-nicaragüense que realiza proyectos editoriales.
De Tierra Maestra se imprimieron 150 ejemplares, de los cuales estarán a la venta 40 con la idea de distribuirlos de manera gratuita en museos y espacios independientes de arte y educación en San José.
Azetaguía y el arte de crear un libro
Para la editorial, por su parte, Tierra Maestra fue una publicación que les abrió una ventana a un mundo temático nuevo.
“Fue una labor en conjunto iniciada con una invitación de Erika Martin; que luego continuó con diversos encuentros entre nosotrxs, Mariela y Erika para darle forma a un conjunto de ideas y archivos que Mariela fue acumulando con el pasar de su investigación”.
Tierra maestra fue impreso en tóner la parte escrita, riso las imágenes; y el inicio y portada en offset, de este modo se imprimió cuatro veces; el resto fue hecho a mano.
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