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Reinaldo Páez Z.
Guest
La imperiosa necesidad de terminar con la deshonestidad y con la apropiación indebida de los recursos estatales, constituyó la motivación principal para elegir a un presidente joven, en el convencimiento de que su mandato sería correcto y transparente. Son visibles los esfuerzos que realiza el mandatario para superar la crisis económica que agobia al país y obtener inversiones internacionales; atestiguamos la desigual lucha frontal del gobierno contra la delincuencia y el poderoso narcotráfico sin fronteras que, con sus inmensas fortunas han pervertido a la juventud, a la justicia, a las fuerzas del orden y han invadido el país; pero preocupan la persistencia de otros serios problemas que han afectado a la nación desde mucho tiempo atrás y que se han agudizado terriblemente en este período gubernamental, la inseguridad, la falta de trabajo, la precaria educación, la salud, el desfinanciamiento del IESS.
Sorpresivamente, en el afán de combatir la carencia de fuerza eléctrica, en los períodos críticos de estiaje, se adquirieron generadores de energía termoeléctrica, a través de las empresas Progen y Austral en una gestión fallida que ocasionó un perjuicio enorme para las arcas estatales, pues los equipos no han funcionado porque no han sido nuevos, al contrario, profusamente usados con anterioridad, están en pésimas o inadecuadas condiciones técnicas. El presidente debe romper el silencio y con la misma decisión con que ha implementado medidas duras, pero necesarias para el país, enfrentar el problema y sancionar a los funcionarios que erraron en estas contrataciones, por más amigos que sean. Es fundamental, para el gobierno, recuperar la confianza del pueblo que lo eligió y exteriorizar su firme decisión de combatir y extinguir todos los actos de corrupción que puedan presentarse en su gobierno.
El problema de la salud no es nuevo, tampoco el del IESS, a lo largo de 50 años el Congreso Nacional, la Organización Mundial del Trabajo, expertos nacionales e internacionales, la OPS/OMS, comisiones permanentes y ocasionales, han establecido diagnósticos de esta problemática y han producido importantes documentos con soluciones posibles, que desgraciadamente no se las ha aplicado, por ese canibalismo político de destruir o archivar todo lo ejecutado por gobiernos anteriores, para dar inicio nuevamente a la estructuración de grupos de estudios y prolongar indefinidamente el análisis interminable de la problemática. Desde el año 2002 existen proyectos de un Sistema Nacional De Salud y una nueva Ley del IESS -¿por qué no se revisa esos trabajos, se los actualiza y se los aplica en el menor tiempo posible? – Se han determinado pasos esenciales como cimientos de estas transformaciones. Con respecto al financiamiento del IESS, es fundamental eliminar los servicios a los grupos que no contribuyen con sus aportes a la subsistencia de la Institución y que consumen indebidamente los ahorros de los trabajadores y de los derechohabientes. En salud hay que volver a la estructura descentralizada de áreas con atención barrial, cantonal y provincial en la que se privilegie la atención primaria de salud, con educación, higiene, salubridad, agua potable, alcantarillado para prevenir enfermedades y atender los innumerables padecimientos que no necesitan de servicios hospitalarios.
Existen dispensarios urbanos y rurales que organizados pueden ser el inicio del cada vez más necesario Sistema Nacional de Salud, que no ha existido, ni existe en el país. Ese sistema integrará a todos los servicios de salud y habrá un intercambio de pacientes, que tendrán una Historia Clínica Unificada en la que constatarán diagnósticos y tratamientos recibidos en uno u otro centro. Con auditorías transparentes se establecerán los costos de las atenciones y se los cubrirá en cortos períodos de tiempo. La gravedad de las dolencias será la guía para derivar a los enfermos a dispensarios y hospitales de la complejidad necesaria para optimizar los tratamientos. Esos proyectos han sido presentados reiterativamente y seguirán siendo las conclusiones teóricas de interminables cónclaves, si el presidente no rompe su silencio y toma la decisión de convocar a expertos salubristas, epidemiólogos y especialistas en salud pública y seguridad social para que asesoren patrióticamente a los funcionarios nominados en estas áreas, para que en conjunto concreten los mecanismos que produzcan el cambio tan necesitado para culminar con las crisis de la salud y del IESS.
El encargo efectuado a la Vicepresidente de la República, puede rendir buenos frutos si complementa su equipo de trabajo con subsecretarios y asesores experimentados y conocedores de la problemática y de las soluciones a los profundos problemas que atañen a la salud. La alergia a las canas está dando malos resultados, hay que evitarla.
Existe gente honesta en todos los ámbitos. La sociedad civil está empeñada en apoyar el cambio y la modernización de las viejas estructuras viciadas. Al momento se han organizado doce mesas de análisis de los problemas más acuciantes del país, para sumar esfuerzos de transformación junto al gobierno y a la asamblea. La patria necesita que el presidente abra el diálogo, recepte o modifique las sugerencias, se convenza de que no está solo y que muchas personas conscientes y responsables trabajan para sumar anhelos e ideales que fortalezcan la patria.
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Sorpresivamente, en el afán de combatir la carencia de fuerza eléctrica, en los períodos críticos de estiaje, se adquirieron generadores de energía termoeléctrica, a través de las empresas Progen y Austral en una gestión fallida que ocasionó un perjuicio enorme para las arcas estatales, pues los equipos no han funcionado porque no han sido nuevos, al contrario, profusamente usados con anterioridad, están en pésimas o inadecuadas condiciones técnicas. El presidente debe romper el silencio y con la misma decisión con que ha implementado medidas duras, pero necesarias para el país, enfrentar el problema y sancionar a los funcionarios que erraron en estas contrataciones, por más amigos que sean. Es fundamental, para el gobierno, recuperar la confianza del pueblo que lo eligió y exteriorizar su firme decisión de combatir y extinguir todos los actos de corrupción que puedan presentarse en su gobierno.
El problema de la salud no es nuevo, tampoco el del IESS, a lo largo de 50 años el Congreso Nacional, la Organización Mundial del Trabajo, expertos nacionales e internacionales, la OPS/OMS, comisiones permanentes y ocasionales, han establecido diagnósticos de esta problemática y han producido importantes documentos con soluciones posibles, que desgraciadamente no se las ha aplicado, por ese canibalismo político de destruir o archivar todo lo ejecutado por gobiernos anteriores, para dar inicio nuevamente a la estructuración de grupos de estudios y prolongar indefinidamente el análisis interminable de la problemática. Desde el año 2002 existen proyectos de un Sistema Nacional De Salud y una nueva Ley del IESS -¿por qué no se revisa esos trabajos, se los actualiza y se los aplica en el menor tiempo posible? – Se han determinado pasos esenciales como cimientos de estas transformaciones. Con respecto al financiamiento del IESS, es fundamental eliminar los servicios a los grupos que no contribuyen con sus aportes a la subsistencia de la Institución y que consumen indebidamente los ahorros de los trabajadores y de los derechohabientes. En salud hay que volver a la estructura descentralizada de áreas con atención barrial, cantonal y provincial en la que se privilegie la atención primaria de salud, con educación, higiene, salubridad, agua potable, alcantarillado para prevenir enfermedades y atender los innumerables padecimientos que no necesitan de servicios hospitalarios.
Existen dispensarios urbanos y rurales que organizados pueden ser el inicio del cada vez más necesario Sistema Nacional de Salud, que no ha existido, ni existe en el país. Ese sistema integrará a todos los servicios de salud y habrá un intercambio de pacientes, que tendrán una Historia Clínica Unificada en la que constatarán diagnósticos y tratamientos recibidos en uno u otro centro. Con auditorías transparentes se establecerán los costos de las atenciones y se los cubrirá en cortos períodos de tiempo. La gravedad de las dolencias será la guía para derivar a los enfermos a dispensarios y hospitales de la complejidad necesaria para optimizar los tratamientos. Esos proyectos han sido presentados reiterativamente y seguirán siendo las conclusiones teóricas de interminables cónclaves, si el presidente no rompe su silencio y toma la decisión de convocar a expertos salubristas, epidemiólogos y especialistas en salud pública y seguridad social para que asesoren patrióticamente a los funcionarios nominados en estas áreas, para que en conjunto concreten los mecanismos que produzcan el cambio tan necesitado para culminar con las crisis de la salud y del IESS.
El encargo efectuado a la Vicepresidente de la República, puede rendir buenos frutos si complementa su equipo de trabajo con subsecretarios y asesores experimentados y conocedores de la problemática y de las soluciones a los profundos problemas que atañen a la salud. La alergia a las canas está dando malos resultados, hay que evitarla.
Existe gente honesta en todos los ámbitos. La sociedad civil está empeñada en apoyar el cambio y la modernización de las viejas estructuras viciadas. Al momento se han organizado doce mesas de análisis de los problemas más acuciantes del país, para sumar esfuerzos de transformación junto al gobierno y a la asamblea. La patria necesita que el presidente abra el diálogo, recepte o modifique las sugerencias, se convenza de que no está solo y que muchas personas conscientes y responsables trabajan para sumar anhelos e ideales que fortalezcan la patria.
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