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Reinaldo Páez Z.
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Una de las causas que restó votos a la aceptación de los puntos planteados en la consulta y en el referéndum, fue la propuesta del presidente Noboa de suspender la atención de salud en los centros médicos del IESS y entregar esa responsabilidad a los dispensarios y hospitales del Ministerio de Salud. Este pronunciamiento, inadmisible e inejecutable, en la situación actual de la salud en el país, traería una cantidad enorme de problemas y no soluciones.
La atención de la salud ha alcanzado niveles deficitarios en las dos instituciones, IESS y Ministerio de Salud; de mayor carencia las del Ministerio, por este motivo el pronunciamiento de afiliados, jubilados y pensionistas, que apoyaron a Noboa en las elecciones presidenciales, fue diferente, en estos últimos sufragios.
El Ecuador está inmerso en una vieja crisis de la salud que se ha agravado en los dos últimos años. Se han producido rebrotes de enfermedades que ya habían sido eliminadas, como tosferina, leptospirosis, fiebre amarilla. Se han incrementado enfermedades de la pobreza, entre ellas la tuberculosis, y afecciones como diabetes, accidentes cerebro vasculares, insuficiencia renal, enfermedades catastróficas, cuyos tratamientos son inejecutables por falta de medicamentos.
La salud es un derecho de todos, no es una dádiva, se financia a través de los impuestos que pagan los ciudadanos al Estado y de los aportes de los afiliados al IESS.
En estos dos años, el gobierno ha nombrado a 5 ministros, cada uno ha cumplido sus funciones por muy corto tiempo, tan corto que ni siquiera han asumido la curva de aprendizaje de su labor, que se la ha calculado en por lo menos 6 meses. El sistema de salud está abandonado. Su principal problema es del desfinanciamiento, pues el año pasado se lo recortó en 400 millones de dólares, lo que ocasionó un tremendo desabastecimiento de insumos y de medicinas. Se han producido todo tipo de carencias, algunas extremas como la falta de alimentación para pacientes y para el personal que hace turnos, la escasez de antibióticos ha provocado el fallecimiento de gente joven, se han suspendido cirugías en los grandes hospitales del Ministerio de Salud por falta de Propofol. Hay cientos de cirugías represadas en los hospitales del IESS. El gobierno ha decretado emergencia en salud, pero no se ha visto resultado satisfactorio: de 250 medicamentos necesarios solo se compraron 8, en el Ministerio y en el IESS, de 211 se adquirieron 26. De los 96 millones de dólares destinados a estas compras, únicamente se gastaron 13 millones, en flagrante incapacidad de gestión. Esvevidente la falta de priorización de la salud. Se ha ejecutado apenas un 52% del presupuesto. La gestión del MSP ha sido deficiente.
En realidad la atención de salud, en el país, está fragmentada, hay un sistema público, IESS, Ministerio de Salud, ISSFA, ISSPOL, y la red complementaria privada. Estas instituciones van a subsistir, por ello es importante articularlas en un sistema nacional y si ese objetivo se consigue, la población nacional sería la beneficiada, ya que se estaría cerca de implantar la atención universal.
Es fundamental estructurar equipos competentes con ministros técnicos especializados en administración hospitalaria, en epidemiología, en salud pública, en gerencia en salud. Hay que tomar medidas urgentes, retomar la capacidad hospitalaria, fortalecer el primer nivel de atención en los centros de salud, en los barrios, en los pueblos, dotarles de insumos, medicamentos, vacunas y personal profesional competente. El Ministerio de Salud tiene 92 000 funcionaros calificados. Necesitan un liderazgo y una guía clara para optimizar su trabajo.
Hay que entender que en salud la calentura no está únicamente en hospitales y medicamentos. No se ha implementado un Sistema Nacional de Salud en el que el Consejo Nacional de Salud (CONASA,) integrado por el Ministro de Salud, el Director Nacional de Salud del IESS, los Directores Nacionales del ISSFA y del ISSPOL , un representante de la medicina privada y el defensor del pueblo en representación de la ciudadanía, dicte las políticas, integre y articule el trabajo de todas las instituciones que den atención de salud y cuente con comisiones asesoras necesarias, por ejemplo, de acreditación, certificación y recertificación del personal de salud, comisión nacional de epidemiología, comisión nacional de protocolos de atención de salud, comisión nacional de farmacología que haga el cuadro básico, la comisión nacional de abastecimientos y compras de insumos, comisión nacional de control de calidad de servicios de salud y auditoría médica, comisión nacional de enfermedades catastróficas y raras, comisión de salud preventiva y de promoción de salud.
Ante la imperiosa necesidad de adquirir medicamentos, se debe concretar acuerdos con productores farmacéuticos nacionales, con la Contraloría, con Naciones Unidas. Es importante terminar con la animadversión a las canas, pues gente probada y con experiencia, preparada y técnica, puede ser convocada para estructurar el indispensable Sistema Nacional de Salud.
Esta difícil cartera ha sido encargada a la Sra. Vicepresidenta. Confiamos en que el contacto que tuvo, con la pobreza rural: desnutrición, falta de agua potable, parasitosis, como funcionaria encargada de combatir la desnutrición infantil, le haya motivado suficientemente para que se esfuerce por transformar la situación vital de esas comunidades olvidadas. Su función puede ser exitosa si se asesora adecuadamente con especialistas conocedores de la problemática de salud. Inquieta que el subsecretario sea un abogado que no tuvo éxito en la asesoría legal de la presidencia. Muy diferente sería si esa subsecretaría estaría ocupada por un médico especialista en gestión de salud.
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La atención de la salud ha alcanzado niveles deficitarios en las dos instituciones, IESS y Ministerio de Salud; de mayor carencia las del Ministerio, por este motivo el pronunciamiento de afiliados, jubilados y pensionistas, que apoyaron a Noboa en las elecciones presidenciales, fue diferente, en estos últimos sufragios.
El Ecuador está inmerso en una vieja crisis de la salud que se ha agravado en los dos últimos años. Se han producido rebrotes de enfermedades que ya habían sido eliminadas, como tosferina, leptospirosis, fiebre amarilla. Se han incrementado enfermedades de la pobreza, entre ellas la tuberculosis, y afecciones como diabetes, accidentes cerebro vasculares, insuficiencia renal, enfermedades catastróficas, cuyos tratamientos son inejecutables por falta de medicamentos.
La salud es un derecho de todos, no es una dádiva, se financia a través de los impuestos que pagan los ciudadanos al Estado y de los aportes de los afiliados al IESS.
En estos dos años, el gobierno ha nombrado a 5 ministros, cada uno ha cumplido sus funciones por muy corto tiempo, tan corto que ni siquiera han asumido la curva de aprendizaje de su labor, que se la ha calculado en por lo menos 6 meses. El sistema de salud está abandonado. Su principal problema es del desfinanciamiento, pues el año pasado se lo recortó en 400 millones de dólares, lo que ocasionó un tremendo desabastecimiento de insumos y de medicinas. Se han producido todo tipo de carencias, algunas extremas como la falta de alimentación para pacientes y para el personal que hace turnos, la escasez de antibióticos ha provocado el fallecimiento de gente joven, se han suspendido cirugías en los grandes hospitales del Ministerio de Salud por falta de Propofol. Hay cientos de cirugías represadas en los hospitales del IESS. El gobierno ha decretado emergencia en salud, pero no se ha visto resultado satisfactorio: de 250 medicamentos necesarios solo se compraron 8, en el Ministerio y en el IESS, de 211 se adquirieron 26. De los 96 millones de dólares destinados a estas compras, únicamente se gastaron 13 millones, en flagrante incapacidad de gestión. Esvevidente la falta de priorización de la salud. Se ha ejecutado apenas un 52% del presupuesto. La gestión del MSP ha sido deficiente.
En realidad la atención de salud, en el país, está fragmentada, hay un sistema público, IESS, Ministerio de Salud, ISSFA, ISSPOL, y la red complementaria privada. Estas instituciones van a subsistir, por ello es importante articularlas en un sistema nacional y si ese objetivo se consigue, la población nacional sería la beneficiada, ya que se estaría cerca de implantar la atención universal.
Es fundamental estructurar equipos competentes con ministros técnicos especializados en administración hospitalaria, en epidemiología, en salud pública, en gerencia en salud. Hay que tomar medidas urgentes, retomar la capacidad hospitalaria, fortalecer el primer nivel de atención en los centros de salud, en los barrios, en los pueblos, dotarles de insumos, medicamentos, vacunas y personal profesional competente. El Ministerio de Salud tiene 92 000 funcionaros calificados. Necesitan un liderazgo y una guía clara para optimizar su trabajo.
Hay que entender que en salud la calentura no está únicamente en hospitales y medicamentos. No se ha implementado un Sistema Nacional de Salud en el que el Consejo Nacional de Salud (CONASA,) integrado por el Ministro de Salud, el Director Nacional de Salud del IESS, los Directores Nacionales del ISSFA y del ISSPOL , un representante de la medicina privada y el defensor del pueblo en representación de la ciudadanía, dicte las políticas, integre y articule el trabajo de todas las instituciones que den atención de salud y cuente con comisiones asesoras necesarias, por ejemplo, de acreditación, certificación y recertificación del personal de salud, comisión nacional de epidemiología, comisión nacional de protocolos de atención de salud, comisión nacional de farmacología que haga el cuadro básico, la comisión nacional de abastecimientos y compras de insumos, comisión nacional de control de calidad de servicios de salud y auditoría médica, comisión nacional de enfermedades catastróficas y raras, comisión de salud preventiva y de promoción de salud.
Ante la imperiosa necesidad de adquirir medicamentos, se debe concretar acuerdos con productores farmacéuticos nacionales, con la Contraloría, con Naciones Unidas. Es importante terminar con la animadversión a las canas, pues gente probada y con experiencia, preparada y técnica, puede ser convocada para estructurar el indispensable Sistema Nacional de Salud.
Esta difícil cartera ha sido encargada a la Sra. Vicepresidenta. Confiamos en que el contacto que tuvo, con la pobreza rural: desnutrición, falta de agua potable, parasitosis, como funcionaria encargada de combatir la desnutrición infantil, le haya motivado suficientemente para que se esfuerce por transformar la situación vital de esas comunidades olvidadas. Su función puede ser exitosa si se asesora adecuadamente con especialistas conocedores de la problemática de salud. Inquieta que el subsecretario sea un abogado que no tuvo éxito en la asesoría legal de la presidencia. Muy diferente sería si esa subsecretaría estaría ocupada por un médico especialista en gestión de salud.
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