G
Giovanni Astudillo
Guest
El crecimiento de la movilidad eléctrica en Ecuador avanza con rapidez. Lo hace en un contexto donde aumenta la demanda de autos eléctricos y la infraestructura de carga se vuelve clave para la transición energética.
Según Irvin Cedeño, gerente de Unidad de Negocios de Cóndor Energy Ecuador, el país ya cuenta con una red distribuida en las principales ciudades. El siguiente paso es lograr que los viajes con los automotores eléctricos sean interprovinciales.
Este avance se combina con nuevas tarifas eléctricas, incentivos y corredores que buscan modernizar el transporte y fomentar alternativas sostenibles de movilidad.
En Ecuador existen cerca de 200 cargadores públicos instalados en centros comerciales, edificios y zonas urbanas de Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y otras ciudades grandes.
La mayoría corresponde a cargadores lentos, que requieren entre cinco y siete horas para completar una carga.
En contraste, los cargadores rápidos son capaces de energizar una batería entre 40 minutos y una hora, pero implican inversiones superiores a los 60 000 dólares.
Cedeño detalla que Quito es la ciudad con más puntos de carga, seguida por Guayaquil, Cuenca y Manta.
El sector trabaja además en nuevos corredores eléctricos interurbanos para “desurbanizar el uso del vehículo eléctrico”, permitiendo desplazamientos largos gracias a cargadores rápidos ubicados en puntos estratégicos del país, explica el ejecutivo.
La instalación de cargadores domiciliarios se ha convertido en una de las prácticas más extendidas entre quienes adquieren autos eléctricos en Ecuador. Cedeño señala que cada vehículo incluye un cargador doméstico de 7 kW, pero su instalación requiere una inspección técnica previa para evaluar capacidad eléctrica, seguridad y conexión adecuada.
El proceso incluye visitas, diagnóstico, cotización y montaje profesional, con un costo promedio entre 250 y 300 dólares. En casas unifamiliares, la instalación es directa; sin embargo, en edificios antiguos suelen surgir limitaciones de capacidad eléctrica o falta de infraestructura interna, lo que puede exigir mejoras adicionales.
En edificios modernos, la tendencia es incluir ductos y espacios preinstalados para facilitar la electrificación.
En Ecuador ya operan cientos de cargadores domiciliarios, lo que reduce significativamente el costo de uso del vehículo eléctrico. Una carga completa en casa cuesta entre dos y tres dólares, mientras que en cargadores rápidos públicos bordea los 12 dólares, dependiendo del tamaño de la batería.
El valor actual de 0,2851 dólares por kWh sitúa la recarga eléctrica como una alternativa competitiva y estable, dice Cedeño. Con esa tarifa, un vehículo con batería de 50 kWh —promedio en el mercado ecuatoriano— completa su carga en un cargador rápido por aproximadamente 12 dólares, dice Cedeño.
La llegada de cargadores de 60 a 90 kW, capaces de atender al 90% de los vehículos eléctricos del país, marca el nuevo estándar tecnológico.
Cedeño afirma que el objetivo es permitir desplazamientos fluidos por todo el territorio nacional, complementando la carga urbana con estaciones rápidas en rutas interprovinciales. Además, las plataformas móviles permiten a los usuarios activar cargadores, gestionar pagos y monitorear energía desde el teléfono.
El Gobierno respalda esta transición con incentivos como la matrícula de 10 dólares, beneficios tarifarios y exoneraciones arancelarias para vehículos eléctricos.
Con este entorno favorable, el sector proyecta que 2025 será el mejor año en ventas, con un 2026 aún más sólido para la movilidad sostenible en Ecuador.
Enlace externo: ¿Qué son las estaciones de carga?
Sigue leyendo...
Según Irvin Cedeño, gerente de Unidad de Negocios de Cóndor Energy Ecuador, el país ya cuenta con una red distribuida en las principales ciudades. El siguiente paso es lograr que los viajes con los automotores eléctricos sean interprovinciales.
Este avance se combina con nuevas tarifas eléctricas, incentivos y corredores que buscan modernizar el transporte y fomentar alternativas sostenibles de movilidad.
Los tipos de cargadores, cómo funcionan y dónde están
En Ecuador existen cerca de 200 cargadores públicos instalados en centros comerciales, edificios y zonas urbanas de Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y otras ciudades grandes.
La mayoría corresponde a cargadores lentos, que requieren entre cinco y siete horas para completar una carga.
En contraste, los cargadores rápidos son capaces de energizar una batería entre 40 minutos y una hora, pero implican inversiones superiores a los 60 000 dólares.
Cedeño detalla que Quito es la ciudad con más puntos de carga, seguida por Guayaquil, Cuenca y Manta.
El sector trabaja además en nuevos corredores eléctricos interurbanos para “desurbanizar el uso del vehículo eléctrico”, permitiendo desplazamientos largos gracias a cargadores rápidos ubicados en puntos estratégicos del país, explica el ejecutivo.
Los cargadores domiciliarios en Ecuador
La instalación de cargadores domiciliarios se ha convertido en una de las prácticas más extendidas entre quienes adquieren autos eléctricos en Ecuador. Cedeño señala que cada vehículo incluye un cargador doméstico de 7 kW, pero su instalación requiere una inspección técnica previa para evaluar capacidad eléctrica, seguridad y conexión adecuada.
El proceso incluye visitas, diagnóstico, cotización y montaje profesional, con un costo promedio entre 250 y 300 dólares. En casas unifamiliares, la instalación es directa; sin embargo, en edificios antiguos suelen surgir limitaciones de capacidad eléctrica o falta de infraestructura interna, lo que puede exigir mejoras adicionales.
En edificios modernos, la tendencia es incluir ductos y espacios preinstalados para facilitar la electrificación.
En Ecuador ya operan cientos de cargadores domiciliarios, lo que reduce significativamente el costo de uso del vehículo eléctrico. Una carga completa en casa cuesta entre dos y tres dólares, mientras que en cargadores rápidos públicos bordea los 12 dólares, dependiendo del tamaño de la batería.
Tarifas eléctricas y costos para el conductor
El valor actual de 0,2851 dólares por kWh sitúa la recarga eléctrica como una alternativa competitiva y estable, dice Cedeño. Con esa tarifa, un vehículo con batería de 50 kWh —promedio en el mercado ecuatoriano— completa su carga en un cargador rápido por aproximadamente 12 dólares, dice Cedeño.
Innovación, corredores eléctricos y el futuro del sector
La llegada de cargadores de 60 a 90 kW, capaces de atender al 90% de los vehículos eléctricos del país, marca el nuevo estándar tecnológico.
Cedeño afirma que el objetivo es permitir desplazamientos fluidos por todo el territorio nacional, complementando la carga urbana con estaciones rápidas en rutas interprovinciales. Además, las plataformas móviles permiten a los usuarios activar cargadores, gestionar pagos y monitorear energía desde el teléfono.
El Gobierno respalda esta transición con incentivos como la matrícula de 10 dólares, beneficios tarifarios y exoneraciones arancelarias para vehículos eléctricos.
Con este entorno favorable, el sector proyecta que 2025 será el mejor año en ventas, con un 2026 aún más sólido para la movilidad sostenible en Ecuador.
Enlace externo: ¿Qué son las estaciones de carga?
Te recomendamos
Sigue leyendo...