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Andrés Ávila
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La noche del miércoles 10 de diciembre, El Nacional confirmó oficialmente su descenso a la Serie B, luego de que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ratificara las tres sanciones por deudas que arrastraba el club.
No hubo errores en la cancha, ni malos resultados. No hubo goles en contra. El Nacional perdió la categoría en los escritorios.
Para una institución histórica, con 13 títulos y una de las hinchadas más fieles del país, este golpe se vive con una mezcla de dolor, enojo y vergüenza.
Este es el primer descenso administrativo del club, distinto a la caída de 1979, a la del 2020 y a la del 2018, cuando el reglamento evitó la pérdida de categoría. Este 2025 se convierte en el capítulo más doloroso del ‘Bi-Tri’.
En Galápagos, en Quito, en todo el país, los hinchas del ‘Rojo’ coinciden en que este descenso tiene un sabor distinto, no se lo merecían.
David Carrión, aficionado desde niño, resume el sentir de miles
“Es un sentimiento de tristeza y frustración… no sido el mejor ni el peor año futbolísticamente hablando. Este descenso es netamente irresponsabilidad de la dirigencia actual y de las anteriores.”
La rabia, dice, no es por perder. Es por la forma.
Jugadores de El Nacional en el Estadio Olímpico Atahualpa durante un partido del campeonato ecuatoriano 2025.
“Nos han vendido mucho humo. Si sabían el estado del club, ¿por qué llegar y venderse como la salvación? ¿Por qué desarmar al club y no confiar en Almeida o ratificar a Zuleta?”
Carrión reconoce un miedo mayor.
“Mi querido club está sufriendo el destino del Deportivo Quito… y es difícil recuperarlo.”
Uno de los golpes más fuertes es la distancia entre los líderes del club y su gente. Para Carrión, esa relación está completamente quebrada.
Pese a eso, recalca que el hincha ‘criollo’ es fiel y debe estar en las buenas y en las malas.
“Si llenamos Casa Blanca en la final del año pasado, deberíamos estar presentes ahora que estamos padeciendo. Hay que estar en las buenas y en las malas mucho más”, atizó
Marco Mena, otro hincha, describe este momento como un golpe seco, inesperado.
“En 2020 uno ya esperaba el descenso porque era lo que merecíamos en cancha. Esta vez no… vivíamos en la negación de que ‘somos El Nacional, no somos el Deportivo Quito’.”
Aceptarlo, dice, es lo más difícil.
“No entiendo cómo se normalizó que nos bajen puntos: tres, seis… y ahora perder la categoría. Es algo que aún no se puede asimilar.”
Djorkaeff Reasco, delantero de El Nacional, en un partido del club antes de su descenso a la Serie B.
La molestia se convierte en indignación cuando recuerdan que el descenso pudo evitarse con pagos.
“No pudieron conseguir 30 mil dólares para evitar la primera sanción ni 50 mil para la segunda. No entendemos por qué Marco Pazos se tomó con tanta calma algo tan grave.”
Mena también cuestiona las condiciones dentro del club.
“No puedo concebir que en un fútbol profesional no se dé de comer a los jugadores. Eso no es digno.”
El descenso ya duele, pero el panorama del próximo año causa miedo, para Marco Mena.
“Más de 20 jugadores ya pidieron su pase. Lo deportivo y lo administrativo pintan feísimo.”
“Hoy el equipo está a la deriva en todo: dirigencial, futbolístico e hinchada. Si así nos vamos a la Serie B, dudo mucho que regresemos.”
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No hubo errores en la cancha, ni malos resultados. No hubo goles en contra. El Nacional perdió la categoría en los escritorios.
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Para una institución histórica, con 13 títulos y una de las hinchadas más fieles del país, este golpe se vive con una mezcla de dolor, enojo y vergüenza.
Este es el primer descenso administrativo del club, distinto a la caída de 1979, a la del 2020 y a la del 2018, cuando el reglamento evitó la pérdida de categoría. Este 2025 se convierte en el capítulo más doloroso del ‘Bi-Tri’.
“Es tristeza y frustración”
En Galápagos, en Quito, en todo el país, los hinchas del ‘Rojo’ coinciden en que este descenso tiene un sabor distinto, no se lo merecían.
David Carrión, aficionado desde niño, resume el sentir de miles
“Es un sentimiento de tristeza y frustración… no sido el mejor ni el peor año futbolísticamente hablando. Este descenso es netamente irresponsabilidad de la dirigencia actual y de las anteriores.”
La rabia, dice, no es por perder. Es por la forma.
Jugadores de El Nacional en el Estadio Olímpico Atahualpa durante un partido del campeonato ecuatoriano 2025.
“Nos han vendido mucho humo. Si sabían el estado del club, ¿por qué llegar y venderse como la salvación? ¿Por qué desarmar al club y no confiar en Almeida o ratificar a Zuleta?”
Carrión reconoce un miedo mayor.
“Mi querido club está sufriendo el destino del Deportivo Quito… y es difícil recuperarlo.”
La herida más profunda, una hinchada rota
Uno de los golpes más fuertes es la distancia entre los líderes del club y su gente. Para Carrión, esa relación está completamente quebrada.
Pese a eso, recalca que el hincha ‘criollo’ es fiel y debe estar en las buenas y en las malas.
“Si llenamos Casa Blanca en la final del año pasado, deberíamos estar presentes ahora que estamos padeciendo. Hay que estar en las buenas y en las malas mucho más”, atizó
Comunicado oficial pic.twitter.com/7xtH30LYjM
— Club Deportivo El Nacional (@elnacionalec) December 11, 2025
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“Este descenso no lo vimos venir. Esa es la diferencia con 2020”
Marco Mena, otro hincha, describe este momento como un golpe seco, inesperado.
“En 2020 uno ya esperaba el descenso porque era lo que merecíamos en cancha. Esta vez no… vivíamos en la negación de que ‘somos El Nacional, no somos el Deportivo Quito’.”
Aceptarlo, dice, es lo más difícil.
“No entiendo cómo se normalizó que nos bajen puntos: tres, seis… y ahora perder la categoría. Es algo que aún no se puede asimilar.”
Djorkaeff Reasco, delantero de El Nacional, en un partido del club antes de su descenso a la Serie B.
La molestia se convierte en indignación cuando recuerdan que el descenso pudo evitarse con pagos.
“No pudieron conseguir 30 mil dólares para evitar la primera sanción ni 50 mil para la segunda. No entendemos por qué Marco Pazos se tomó con tanta calma algo tan grave.”
Mena también cuestiona las condiciones dentro del club.
“No puedo concebir que en un fútbol profesional no se dé de comer a los jugadores. Eso no es digno.”
El 2026 preocupa más que el descenso
El descenso ya duele, pero el panorama del próximo año causa miedo, para Marco Mena.
“Más de 20 jugadores ya pidieron su pase. Lo deportivo y lo administrativo pintan feísimo.”
“Hoy el equipo está a la deriva en todo: dirigencial, futbolístico e hinchada. Si así nos vamos a la Serie B, dudo mucho que regresemos.”
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