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Mariela Eva Rodríguez
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Uruguay es construido como el país más sólido de América Latina en materia de derechos, como un ejemplo de progresismo. Pero tiene una deuda pendiente. Con la premisa que sostiene que los últimos charrúas se extinguieron en el siglo XIX, el Estado no ratifica el Convenio 169 de la OIT; el paraguas de derechos humanos más importante para los pueblos indígenas. ¿Qué razones sostienen tal negativa? ¿Cómo expresa el pueblo charrúa su lucha, demandas y deseos de una ciudadanía más inclusiva? Este ensayo continúa con el debate abierto en el número pasado.
¿Es Uruguay un país excepcional? Definitivamente lo es, no por imaginarse como «la Suiza de América» ni por haber deslindado tempranamente al Estado de la Iglesia, sino por ser el único de la región, junto con Surinam, que no reconoce la existencia de los pueblos indígenas y, en consecuencia, tampoco garantiza sus derechos.
Las políticas de inclusión económica y social en el marco del estado de...
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