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Vinicio Chacón Soto
Guest
“El Apartheid nunca hubiera caído si los países y pueblos del mundo se hubieran esperado a que cambiara el corazón de los poderosos”.
Con ese tipo de reflexiones sin tapujos habló Ammar Hijazi, embajador de Palestina ante el reino de Países Bajos y ante las organizaciones internacionales en La Haya sobre la situación actual que atraviesa el pueblo palestino, en especial en la franja de Gaza, donde Israel con total impunidad rompió el último cese al fuego y continúa su campaña genocida.
UNIVERSIDAD tuvo oportunidad de entrevistarle gracias a gestiones del Consulado honorario palestino y a raíz de su visita al país para participar de la II Conferencia Internacional sobre la Declaración Política sobre el Fortalecimiento de la Protección de la Población Civil contra las Consecuencias Humanitarias Derivadas del Uso de Armas Explosivas en Zonas Pobladas (EWIPA), realizada el 19 y 20 de noviembre.
Recientemente a las afueras de la Corte Penal Internacional usted manifestó que “ahora corresponde a toda la comunidad internacional asegurar el cumplimiento de Israel con el derecho internacional y no permitirle que continúe con sus tendencias genocidas, con su crimen de genocidio ni con la colonización del territorio palestino ocupado”. Sin embargo, Israel no sólo ha roto el cese al fuego, sino que ha bombardeado Líbano con impunidad y al mismo tiempo se da un aumento de los actos violentos contra la población palestina de Cisjordania, con la complicidad del ejército israelí. ¿Por qué considera que las potencias mundiales escogen mirar hacia otro lado en lugar de presionar a Israel para que concluya su campaña genocida?
El mundo es más grande que un puñado de países poderosos y no debemos decepcionarnos o intimidarnos si los cálculos políticos de estos países alientan la impunidad israelí. El Apartheid nunca hubiera caído si los países y pueblos del mundo se hubieran esperado a que cambiara el corazón de los poderosos. En última instancia, cada país debe decidir por sí mismo cómo defender a la humanidad de las implicaciones globales y devastadoras de normalizar el genocidio y la opresión colonial. Israel utiliza los cese al fuego como cubierta para continuar con su agenda de guerra. Como respuesta, los estados no deben dejar de buscar que responda por ello, individual y colectivamente. Tampoco se debe dejar impunes a los estados que intentan encubrir el genocidio o pasar la página y pretender que no ha sucedido. Esto mantendrá la presión requerida y al final los reacios y cómplices cambiarán su posición. Esta es una importante lección que dejó el Apartheid que siempre debemos tener presente.
¿Cómo evalúa la Resolución 2803 del Consejo de Seguridad de la ONU, que estableció “un modelo de control foráneo impulsado por el capital y que privilegia la seguridad” sobre el territorio palestino, como lo dijo la relatora especial Francesca Albanese?
Como palestino, lo más importante para mí era detener la masiva matanza y esto aún es la prioridad. En cuanto a la Resolución, creo que refleja la dinámica de la política internacional y eso que llaman “el arte de lo posible”. En los próximos meses, nuestra responsabilidad como gobiernos, sociedad civil y expertos legales es asegurar que los pasos que se den en el terreno no contradigan el derecho internacional ni socaven los inalienables derecho del pueblo palestino, incluido el derecho a la autodeterminación. Este será un camino muy difícil y largo, pero creo que nos sostenemos sobre una muy sólida base de derecho internacional que no puede ser ignorada ni desechada. Tenemos un duro camino por delante y estamos preparados para recorrerlo.
El embajador Hijazi, durante su participación en la Conferencia organizada en Costa Rica por el Ministerio de Relaciones Exteriores. (Foto: Consulado de Palestina en Costa Rica)
¿Se trató el tema del genocidio en Gaza en la Segunda Conferencia Internacional sobre las EWIPA? De ser así, ¿se acordó algún tipo de declaración?
Gaza estuvo en el centro de las conversaciones durante el encuentro de EWIPA en San José, por razones obvias y desafortunadas.
Durante los últimos dos años, la potencia ocupante ha llevado a cabo una campaña sostenida de bombardeos en Gaza sin precedente. Ha arrojado más de 153 toneladas de explosivos en áreas densamente pobladas, con lo cual ha matado, mutilado y desaparecido a más de 200 mil personas. En Gaza 42mil palestinos ahora sufren lesiones que cambiaron sus vidas, lo cual incluye 6.000 amputaciones o severas lesiones de extremidades o la espina dorsal. Miles de municiones que no han explotado presentan un riesgo mortal para la población, que sigue siendo desplazada. Esta devastación es transformadora. Todos esos temas son el núcleo de la Declaración Política de Dublín, que aporta un marco conceptual para reforzar de manera significativa la protección de la población civil ante las armas explosivas. Pero la amarga realidad demuestra que ello no es suficiente. Las buenas intenciones no salvaron un sólo niño en Gaza ni en ningún otro sitio. Tenemos que mejorar.
La Declaración de Dublín no puede ser vista como un fin en sí misma, sino como el inicio del trabajo colectivo futuro que fortalezca el derecho internacional humanitario y su aplicación práctica. Debe aplicarse de manera consistente, no selectiva, en conjunción con otras responsabilidades señaladas por el derecho internacional. La EWIPA no es una isla, no es una anomalía del derecho internacional humanitario. Más bien, es una parte integral, subraya una dimensión del derecho internacional humanitario que puede diluirse si todo el sistema es descuidado. Millones de vidas civiles dependen de acciones a partir de principios, no del oportunismo político.
El presidente de Costa Rica se ha mostrado desafiante en cuanto a su disposición para firmar un tratado de libre comercio con el estado genocida de Israel. Siendo palestino, ¿cómo considera que la firma de ese tratado debe interpretarse?
Costa Rica es un país conocido por estar alineado con el derecho y la legitimidad internacional. Siempre se ha comportado como una defensora de estos principios en el escenario internacional, pues entiende que la injusticia en cualquier sitio es una amenaza a la justicia en todo lugar. Por eso es que ésta es una posición muy desafortunada que no representa los valores mencionados ni la perspectiva general de la opinión pública mundial. Firmar un tratado de libre comercio con Israel justo ahora, en un momento en que Israel comete un genocidio enviará un mensaje devastador a las víctimas en Palestina y a los pueblos que aman la paz en todo el mundo. De una manera más amplia, enviará señales de que Costa Rica esta dispuesta a abandonar su compromiso con el derecho internacional y los derechos humanos en aras del oportunismo político.
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Manifestó que se requiere el compromiso de todos los países para hacer valer el derecho internacional, con acciones como no vender armas a Israel o boicotear todo lo que venga de los asentamientos ilegales en Cisjordania.
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